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1900. El cuerpo industrial


¿Qué es la fotografía si no una forma de resistencia ante el olvido? El fotocineasta Sebastián Moreno, poco después de estrenar su documental “La ciudad de los fotógrafos” señaló que la fotografía-y por ende, el fotógrafo- tenían la titánica labor de combatir al olvido, la erosión del tiempo. Y es que evidentemente, la memoria humana suele ser caprichosa y un artefacto luciferino que puede ser tentada por el vacío del olvido.
Partamos de esa premisa para ver-realmente ver- la exposición “1900” de la fotógrafa Edith Reyes que se inauguró en el Museo de Arte de Sonora (MUSAS) en el marco de la Ruta del Arte de las Fiestas del Pitic, organizada por el Instituto Municipal de Cultura y Arte de Hermosillo (IMCA). 36 fotos y 3 videos de la artista, pionera de la fotografía en Sonora, que retrata uno de los muebles icónicos, totémicos, de Hermosillo y de Sonora: El molino “La fama”.
Hay algo magnético en las fotografías que engalanan la sala de exposición: la mirada queda, rápidamente, atrapada en la geometría de la obra de Edith Reyes. Seguimos el punto de fuga de las fotografías que retratan un espacio donde la vida parece ausente. Ahí es donde entra el poder simbólico de la imagen, su fuerza expresiva. “1900” es el producto de una exploración de 10 años de Edith Reyes con su cámara en el icónico recinto. 10 años donde se construyó un diálogo, donde el paso del tiempo se siente y se nota en los pequeños detalles: la maquinaria, las escaleras, los ángulos que parecen contranatura. Edith Reyes habitó ese lugar con su lente y ofrece una poderosa reflexión, una reivindicación histórica sobre la identidad, sobre el proyecto de progreso que simboliza el Molino.

Las fotografías, en un blanco y negro hipnótico, parecen litografías, por momentos, que se asemejan con aquella obra, aún inexorable, que es “Relatividad” de M. C. Escher: dentro de la aparente frialdad mecánica y fantasmagórica del Molino, trasluce la propuesta estética de la autora, la calidez de la nostalgia que la embarga. Es el poder simbólico de la imagen, su capacidad de sintetizar procesos históricos en una fotografía y a partir de eso, entablar un diálogo que nos atañe a todos.
Y es que las pulsiones creativas, estéticas y artísticas de Edith Reyes siguen presente en “1900”. Si bien no de la manera tradicional-el cuerpo humano y en movimiento- la reflexión sobre ese otro cuerpo-el industrial, el del progreso- sigue siendo objeto de estudio del ojo de Reyes.
“El proyecto tiene que ver con todos nosotros, esa misma conexión chiquita que yo tengo con el espacio, la tenemos todos en Hermosillo. El Molino es un edificio emblemático por el que pasamos por fuera todos, donde se hace harina que es la base de la alimentación y han trabajado generaciones y generaciones de personas ahí, sé que todos tenemos en común eso”, señala la autora de “1900”.
El director del Museo de Arte de Sonora (MUSAS), Octavio Avendaño Trujillo, señaló que la obra de Reyes siempre invita a la reflexión, a la complejidad, y 1900 no es la excepción.