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“Ciudad de espejos” inaugura la Muestra Estatal de Teatro 2022


Hermosillo, Sonora; a 21 de noviembre de 2022.- La Muestra Estatal de Teatro 2022 ha iniciado y lo ha ha hecho por todo lo alto con “Ciudad de tres espejos” del grupo Tatuas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). El texto, del maestro Saúl Enríquez es de una dureza que hela los huesos, que nos hace arremangar el alma y buscar un refugio de lo que su puesta en escena propone.

Si el principio de la obra arranca como algo que navega entre la comedia y una reivindicación hacia el lenguaje regional (el culichi-sinaloense) pronto se torna en una alegoría profunda de la violencia, en una serie de viñetas distópicas, de historias que hieren y lastiman, que nos hace observar una realidad sin paliativos. Sí, lo hacemos desde la ficción, pero qué es la ficción si no una representación de la realidad.

“Ciudad de tres espejos” propone sumergirnos a una ciudad con tintes apocalípticos: La ciudad de abajo, una ciudad donde de repente llueven balas desde el cielo, matando a todo aquel que toca. Ciudad de arriba, una ciudad enclavada en el sueño de una pequeña que vio como su padre fue asesinado a plena luz del día y una tormenta de arena la sepulta. Estamos hablando de la misma ciudad. Porque en la obra, la ciudad se convierte en un personaje más:  en una cárcel o un panóptico, en un funeral perpetuo, en una búsqueda del hijo, el hermano, la madre o la abuela. Búsqueda del fin del mundo. ¿Qué hay más mórbido que buscar el cuerpo de un ser amado? Y sin embargo, es nuestra realidad.

Las balas que caen desde el cielo y la arena infinita parecen mitos fundacionales, quizás como el viento que arrasa a Macondo, dos eventos de corte apocalíptico, relacionados con el sonido de un arrayán y su sonido característico cuando suena el viento. Vemos a Lucía, una joven ciega buscando desesperadamente a Julián, su pequeño hermano, a una pareja que cobra por encontrar los cuerpos y poder darle cierre a las familias que buscan -un trabajo que expresa esa especie de necrocapitalismo- a sus seres amados, mientras ellos mismos buscan poder salir de esa ciudad en las puertas del infierno.

Y también viajamos al futuro, donde un padre y un hijo buscan entre las arenas del tiempo y encuentran objetos que alguna vez pertenecieron a habitantes de esa ciudad de espejos. “Las historias son producto de catástrofes infinitas y que nos contamos para poder sobrevivir”, dice el padre. Las historias se cruzan, todas ellas y descubrimos que todos estamos ahí, sin escapar, porque la esperanza es incombustible.

No es necesario enunciarlo y nombrarlo desde la literalidad para comprender de qué habla “Ciudad de espejos”. Al contrario, en esa negación para llamarlo, encontramos una mayor potencia de su mensaje, de todo eso que retrata y que nos conmociona.