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Un Recital de Amor y Desamor


Por Raúl Amador.

La noche de Gala vivida en esta ocasión nos presentó a jóvenes voces emergentes en este mundo de la ópera, teniendo la participación de la soprano Anabel de la Mora, el tenor Ricardo Estrada, el barítono Manuel Vera, acompañados al piano por Mitchel Casas.

El programa se dividió en dos partes, teniendo en la primera un repertorio donde pudimos escuchar fragmentos de óperas de Giuseppe Verdi como “Un Ballo in Maschera” y “Rigoletto”, del compositor Gaetano Donizetti “L’Elisir d’amore” y de Piotr Ilich Tchaikovsky “Yevgueni Oneguin”.

Se aprecia la frescura jovial en las voces y entendemos que están en una evolución vocal. En el caso de los hombres, los escuchamos bastante forzados para este tipo de repertorio: La voz del barítono se notaba forzada, no podía estar a la altura del aria de Renato o los fragmentos de Rigoletto que interpretó, quedando calado y desafinado en varias ocasiones, no dudamos que con más experiencia con los años pudiera abordar este tipo de repertorio Verdiano, pero en estos momentos pudiera interpretar un repertorio que no exija una madurez vocal. En el caso del tenor Ricardo Estrada notamos esa falta de madurez vocal en el aria de Lensky y de Alfredo, una voz que está en evolución y por lo mismo recomendaríamos un repertorio que no exija una madurez vocal que el joven aún no tiene, no dudamos que con ese bello timbre de voz y más experiencia vaya a evolucionar y pueda alcanzar el nivel necesario para interpretar esto y más.

Muy diferente fue la interpretación de la Soprano Anabel de la Mora, quien nos demostró un dominio vocal, siempre a la altura del repertorio interpretado; tanto vocal como en su dominio del escenario. Sin duda su canto fue el “Amor y no Desamor” en esta gala.

En la segunda parte nos interpretaron una serie de Romanzas y dúos de Zarzuela, cerrando la noche con música mexicana con el tema “Júrame” de María Grever y cerrando con el encore “México, lindo y querido”.

Cabe resaltar las dos obras que nos presentó el joven pianista Mitchel Casas “Asturias” y “Vals Poético”, donde imprimió pasión y sutileza en su interpretación.