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Niños Yaquis al rescate de su lengua materna con música


Álamos, Sonora.- Escuchar La flor de Capomo en Sonora es muy común, lo que no es usual es escucharlo en su lengua original, sobre todo si ésta es interpretada por niñas y niños. Esto sucedió en el 37 Festival Alfonso Ortiz Tirado, cuando el coro infantil Sewa Tomteme, abrió la programación musical del domingo 23 de enero, en el escenario de La Alameda.

Al escuchar los ritmos de Kapo sewa (flor de capomo), el público de inmediato de acercó para disfrutar la carismática y emotiva presentación del grupo de infantes yaquis, que lucían con gallardía los trajes bordados a mano por su tribu.

Con un repertorio enfocados en la naturaleza, el coro dirigido por Amairani Zavala, interpretó piezas en su lengua materna; en un primer bloque los asistentes disfrutaron: El periquito de lolita, Yolko Wiki (El pájaro carpintero), El bawe goi (coyotito del mar), y Un indito y el francés.

El niño Raúl Isaac Nocamea Jiocamea declamó el poema Provincia mexicana, que nos narra un recorrido de las cosas bonitas que hay en el país.

El entusiasmo creció cuando el grupo interpretó Vícam (Punta de flecha), una canción por demás emblemáticas para los pequeños porque habla de su pueblo; también incluyeron Ili bawe, Kungu kuta y Semalulukut (colibrí).

La emoción llegó al límite cuando la pequeña Juliana Bacasegua González compartió Jyapsy (infancia yaqui), una fuerte manifestación de orgullo hacia su tribu con un final contundente: “…itepo u’ ka ka awetumta’te ka suale’ jikat, koba’ka uka itom jiak luturiata ta te, weya’saka, u’me banteam, u’ka ujyoli sia, jik tajorita” maso yiwamta,” jiak nokta te jineusaka, uka itom bwiata, jako nateka im jo’a’um, jaisa ume itom yowa a jineuk, ojbota ta aet wotak, u itom bwia yo’oriwamta. ¡JIBA BETCHIBO JIAPSINE UME JIAKIM!”. (“… y nos permitimos llevar con orgullo nuestras tradiciones, nuestra bandera, nuestra vestimenta, la Danza del Venado, defender nuestra lengua, nuestro territorio y nuestra cultura; como la defendieron nuestros ancestros, derramando su sangre en nuestro territorio sagrado. ¡QUE VIVA LA TRIBU YAQUI!”).