Alrededor del árbol gigante de Navidad se reunieron los sonorenses para escuchar la melodía navideña de la Banda Sinfónica del Estado de Sonora, dirigida por el maestro Renato Zupo. Era una noche paradójica: El frío decembrino contrastaba con la calidez de las notas interpretadas maravillosamente por los músicos.
Antes de que comience el concierto hay un silencio delicado, de esos que llevan una expectativa de que algo bello va a ocurrir. Y empieza. El maestro Renato Zupo entra en acción. Sus movimientos son simétricos. La música empieza a viajar por toda la Plaza Zaragoza y llega a los oídos del nutrido auditorio.
Es el soundtrack perfecto para las vísperas de Navidad. Las personas empiezan a moverse al unísono, como un mar calmado: Es esa nostalgia decembrina que nos hace emprender un camino a nuestra memoria: A todos esos momentos que atesoramos con nuestros seres queridos. Imágenes tatuadas en nuestra mente: La emoción de ver qué amaneció la mañana del 25, la cena-sea pavo, tamales, menudo-, los olores que son reminiscencia de que todo está bien en el mundo.
Es la fuerza de la música: De Jazzy Holidays a All I want for Christmas is you, como testamento vital de lo que se viene. Es la fuerza de la música, ese lenguaje universal que es libre y que es capaz de trasladarnos a diferentes mundos, épocas,pasados y futuros.
Cerró el concierto, porque no podía ser de otra forma, con un aplauso que se hizo infinito. Es la Banda Sinfónica del Estado de Sonora, un orgullo para toda la entidad.
¡Feliz Navidad!
