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Moving Borders. El barrio: abrazo fraterno

Boletín ISC No. 098 / 7 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno 

Colaboración especial de Carlos Sánchez

Los silbidos evocan la infancia, la adolescencia. El barrio, el callejón. Los días de patear balones, brincar la cerca, recibir el birote con frijoles que extrajo uno de los compas y rolarlo por la derecha.

En el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura ocurre la infancia, la lealtad y la traición, la intensidad de una cáscara de futbol, la reta breackdancera y pegarle con tuvo al contrincante.

Domingo de Un Desierto para la Danza y Moving Borders publica sus historias desde el cuerpo. Un regaderazo al cuarto día de festival, abrir los ojos, evocarse uno mismo, volver a la alegría que también nos construye una canción popular.

Nosotros es el título de la coreografía. Los intérpretes musicalizan con sonidos desde sus voces, y acompañan con movimientos corporales.

De pronto el escenario es un cuadrilátero, la cancha del barrio, el recurso más precioso para dar maromas y construir la sátira de una jornada sabatina de lucha que se transmite por televisión.

Ocurre aquí la espontaneidad, el deseo de la irreverencia, la imperfección. Jugar es la consigna, ejercer la danza por pasión y divertimiento. Romper los cánones, desenfadarse e involucrar a los espectadores.

Cuánta falta nos hace el esparcimiento, saber que asistimos una noche de domingo al teatro, en búsqueda de un discurso que nos enseñe la vida o nos haga encontrarnos con lo que somos. Anoche ocurrió. Porque en ese desparpajo del vestuario, en esa actitud de los bailarines, en esa habitual manera de mirar y decir nos supimos también como ellos: simples mortales que un día habitaron el barrio. Continúan allí y lo trasladan a donde quiera que vayan.

Nosotros es, cierto, el encuentro con la alegría de bailar una rola no clásica, un juego de video donde los personajes son de carne y hueso, y es también la vuelta de tuerca, la bipolaridad que a todos se nos presenta en el momento menos esperado.

La coreografía tiene esa magia de encendernos las emociones, de querer despojarse de la butaca, de levantarnos y bailar. Tiene también la capacidad de llenarnos de saudade, la nostalgia de lo que se aproxima: el reencuentro con la amistad que acto posterior será otra vez el extravío de los carnales que construimos el grito barrio.

Suena la nostalgia en el violín. Habita en el abrazo fraterno. La iluminación y el movimiento corporal como un gesto de amor.

Al final de la función las imágenes son un taladro que me conducen al callejón, allá donde miré también morir a mis camaradas, donde un día feliz me llené de tierra los bolsillos, donde las canicas inauguraron un nuevo sonido en mi existencia.  

Charla Formación, estilos y adaptación y presentación de dos solos de danza contemporánea / FECAS 2012-2013 en los municipios de Sonora

Artistas y creadores presentarán resultados y productos de proyectos realizados con apoyo del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora

Charla Formación, estilos y adaptación y presentación de dos solos de danza contemporánea

Ana Karina Loeza Villarreal (Desarrollo Artístico Individual / Danza)

17:30 horas, Casa de la Cultura /Cajeme (Ciudad Obregón

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Un sombrero para la cabeza

Hayde Lachino

Hay varias maneras de hacer una obra coreográfica; la más frecuente se centra en traducir en el cuerpo una idea puntual: este movimiento es el encuentro, aquel la soledad, este otro el amor, aquí indicamos que te necesito para no caer. Hay aquí una literalidad en la cual el espectador no tiene nada que hacer, porque todo está dicho sobre la escena. Este tipo de danza se centra en la creencia de que es necesario explicarlo todo, porque parte de la afirmación, harto difundida, de que el autor es un alguien especial que tiene algo que revelarnos. Su voz es un todo omnipresente.

Hay también otra manera de pensar la escritura coreográfica. Ahí está Merce Cunningham, que abrió la posibilidad de que la danza pudiera ser otra cosa;  no un asunto sólo de cosas para contar, sino de cómo ponemos en juego los elementos formales de la danza acudiendo al azar como posibilidad de organizar, en el tiempo, la sucesión de las escenas, de los movimientos. Digamos que es una forma de crear que se centra en las metodologías y que le exige al espectador completar el signo. Aquí la obra es un todo que se construye entre coreógrafo, intérpretes y espectadores.

El problema con la danza del primer tipo, es “que va al grano” con absoluta certeza, en los primeros minutos de la obra ya sabemos a lo que va, lo que nos quiere decir, y el resto del tiempo la único que queda es ver variaciones de esencialmente lo mismo. En ese “ir al grano”, no queda espacio para el espectador, porque el signo está cerrado, no es necesario entonces activarse, participar de la obra, porque todo está dicho.

Best of you es la pieza que presentó la agrupación española La Intrusa, una creación de Virginia García y Damián Muñoz. Ambos, unos bailarines de peso escénico, cuyo movimiento está lleno de cualidades y calidades que revelan un largo trayecto en la danza, saben estar en el escenario, habitarlo, generar una importante conexión entre ellos y con Clara Peya, pianista que participa de la escena como contrapunto a la relación que establece la pareja, ya sea desde su lugar sentada frente al piano o interviniendo directamente en las escenas que Virginia y Damián van construyendo…Y sin embargo no es suficiente, ni siquiera contundente.

En este “ir al grano”, la pieza se convierte en “un seguir a los personajes” dirá el cineasta David Mamet, un ir tras los auténticos sentimientos de los protagonistas. Formalmente el fraseo, los acentos, la manera de resolver el discurso del movimiento, de usar el espacio, de vincularse con la música, es siempre la misma, tan la misma que se intuye una suerte de automatismo, una naturalización de pensar la escena y si algo no es el arte es justamente esa naturalización, ya que todo en él es artificio o como dirá Adorno, la forma que la razón da a la subjetividad. Los lenguajes que participan de la pieza están en la misma frecuencia: la música nos dice lo mismo que el movimiento, que la voz, que la iluminación. Un pleonasmo nos dice la literatura, algo así como aplaudir con las manos o un sombrero para la cabeza.

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Best of you

Boletín ISC No. 097 / 6 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno 

Hilos alivio

Colaboración especial de Carlos Sánchez

Hermosillo, Sonora.- La vida pende de un hilo y a merced del destino estamos en la vida. Hay, por ejemplo, la necesidad de expresar. Decir, sentir. Bailar y tocar. Hacer música. Confrontar.

Un piano es la caricia perfecta en la mirada. Las notas, el argumento para el deseo del cuerpo y sus movimientos. Un piano está. El sonido ídem. El escenario, el Teatro de la Ciudad, en Casa de la Cultura de Sonora, en el marco de Un Desierto para la Danza edición 22.

En este desierto se apersona La intrusa, compañía de danza que viene de España. Y en el escenario ocurre la luz, el movimiento, los sentidos del espectador que se disponen a actuar al contemplar la coreografía Best of you.

El silencio como un preludio. Los latidos del corazón se convierten en pauta, la cuenta regresiva para escuchar y mirar. De pronto la luz como un faro en el muelle, como el frontispicio de un tren que alumbra el camino a seguir. La próxima estación.

Y están allí, los cuerpos para darse. La música para sentirse.

Viene una y otra vez la reiteración del ejercicio del poder, la violencia como intrusa, la represión a las manifestaciones, el “no digas nada porque yo lo digo por ti”. No es de gratis que el bailarín, Damián Muñoz, montado en un vestuario nada rebuscado, intente coartar la interpretación de Clara Peya, quien es pianista y esta noche ejerce. Allí la creatividad, el cómo a partir del intento de censura se construyen los acordes de una pieza que se improvisa.

La manipulación, la confrontación, el deseo de una y otra vez construir los acuerdos. Porque la vida pende de un hilo, porque las relaciones se convierten en ese hilo.

A Virginia García, que es creadora, que es coreógrafa, que es dramaturga, que escribe el guión, que es personaje. A Virginia le intentan mutilar la voz. Y la metáfora, analogía, ilustración, está en la dificultad de la cercanía con el micrófono, el cual se vuelve cordón umbilical de la palabra.

No obstante la palabra se vuelca en versos, para decir y buscar los caminos del alivio. La vida pende de un hilo. De muchos hilos. La danza en este caso, es el hilo conductor, el lenguaje para decir la misma vida.

Esta noche vimos bailar. La danza se convierte en alma de este desierto.

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=muerte del autor

=danza liminal

Hayde Lachino

El problema con la danza es que, con bastante más frecuencia de la que sería deseable, se le consigna al limitado lugar del espectáculo, un ámbito en donde hay que “deslumbrar”, “conmover”, “entretener” a espectadores cómodamente arrellanados en sus asientos. La danza también es un arte que participa del pensamiento contemporáneo, en todo caso después de Marcel Duchamp y Merce Cunningham hay formas de pensar la escritura coreográfica que nada tienen que ver con las formas que la tradición tiene como válidas. Tener que afirmar esto una y otra vez resulta lamentable. En México constantemente hay que defender el derecho de los coreógrafos a la experimentación, a la validez de esa danza que se coloca en zonas liminales, en donde las obras se aproximan al performance, a las artes visuales y que por lo mismo, exige de los creadores un vasto conocimiento de lo que hoy ocurre en diversas disciplinas.

Quien exige que la danza “divierta”, “emocione” o “cuente historias”, reduce posibilidades y de hecho se coloca en un lugar reaccionario, pues las nuevas formas en el arte obligan a la construcción de nuevas percepciones, con lo cual otros conocimientos del mundo aparecen y con ello pedagogías y políticas nuevas son posibles; en todo caso la experiencia estética es el libre juego de las facultades, nos dice Kant, esto es, un lugar en donde la razón es también convocada. El arte no sólo atiende a la contemplación de lo bello, sino también a formas cognitivas, que también generan conocimiento.

Con la muerte del autor, aparece la potencia de la escritura y en este acto el lector (yo digo espectador) vuelve a su lugar: aquel en donde se participa activamente del acto creativo, completando el signo, así reflexiona Roland Barthes para incitar a una nueva relación con la escritura que permita salir de un arte que se despliega de forma horizontal, en el transcurrir de una anécdota, una querer decir del autor, para ir al encuentro de una escritura vertical, que profundiza y  penetra a través de capas y capas de significación.

=6 es un ejemplo de una pieza que en sí misma es una investigación puntual en torno al espacio, una suerte de “cuaderno de artista” en donde Benito González investiga la profundidad del espacio. En  un gesto que se repite una y otra vez, cualquier mínima variación permite percibir las posibilidades del espacio, el carácter móvil del mismo. El espacio vacío en la escena es abordado como la página en blanco, sobre ella se ejerce una escritura rigurosa con claras formalizaciones, de eso se trata la escritura coreográfica: formalizaciones de usos del espacio, del tiempo y del movimiento. Sólo que mientras el artista plástico realiza sus apuntes en un cuaderno, el coreógrafo lo hace en el escenario.

Un cuaderno de artista es el lugar en donde éste plasma sus inquietudes estéticas, es una zona de preguntas, de investigación sobre la materia del arte. Aquí se trata de una escritura obsesiva, en donde el autor se diluye, ya no hay un algo que decir en sentido transitivo, como nos dice Barthes, ya no hay un algo que el espectador debe decodificar, un largo camino que va de la zona de butacas, cruza la escena y llega hasta el autor; no, aquí la escritura está desnuda de todo artificio, es escritura coreográfica sin más. =6 se coloca en un terreno absolutamente contemporáneo, que dialoga con diversas corrientes de pensamiento estético.

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=6 Mirar para encontrar

Boletín ISC No. 096 / 05 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno

Colaboración especial de Carlos Sánchez

Como en la literatura. En esa plaza y bajo ese árbol. Con ese libro.

La lectura en la mirada y la búsqueda de respuestas. Leemos para acompañarnos, para no estar solos. Leemos para encontrar. Miramos para encontrar.

Mirar la danza tiene sus riesgos. Los asumo. Y me asomo cada vez a Un Desierto para la Danza con el deseo de encontrar. De que las propuestas sobre el escenario me generen preguntas. Para no dejar que la mente me lleve a temas que me hostigan. Como el tema de la violencia, por ejemplo.

Inevitable este acontecimiento permanente que me subyuga. La violencia

Inevitable porque apenas asomar los ojos sobre los bailarines y a la rutina presente. Y el viaje, la lectura de lo que uno observa como arte, es a partir de las obsesiones, la formación, la infancia siempre presente.

Entonces allí el hostigamiento, el acoso, la convocatoria para hacerme la introspección, el sonsonete de aquellas palabras machacando el rumbo hacia la excelencia como persona, lo que luego supe nunca quise ser.

La pulcritud en el vestuario, la insistencia en la construcción del movimiento acorde, el ensamble perfecto, los zapatos nuevos. Esa gota de agua en la piedra que de tanto tiempo acaba por perforar.

Así mi historia ante =6. Sumergido en el dejarme llevar, en el querer encontrar, la necesidad angustiante de siempre intentar entender, no, más bien siempre intentar sentir.

Estuve allí, esperando la sorpresa, el golpe de música que como un baldazo de agua me encendiera los sentidos. Estuve allí mirando cómo un zancudo o dos o tres de pronto también construían una coreografía. La repetición me llevó al letargo, a entender y saber que las rutinas estarán presentes por siempre en la vida.

La rutina: acontecimiento inevitable que tantas veces me ha provocado mirarme los botones de la camisa. Anoche me ocurrió de nuevo.

=6 me trasladó otra vez a la búsqueda de pulcritud, a la insistencia de ese discurso social: “Hágalo bien, déjese ahí, no se dé por vencido, persevera y verás, la gente de bien, inténtalo de nuevo, inténtalo de nuevo. Ya me aprendí las tablas de multiplicar. Me salen de corridito y de memoria”.

Hoy desperté pensando en que anoche hubo danza. Y que en mis sueños de ojos abiertos pude ver a un grupo de muchachos vestidos de pingüinos intentando provocar, queriendo ser la ruptura de una coreografía repetitiva en la cual los bailarines ejercieron con zapatos nuevos.

No sé por qué al salir del teatro en mi mente me rondó constante esta frase: “La mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.

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Prepara OFS concierto con la soprano Flor Herrera en la Parroquia de Fátima

Boletín ISC No. 095 / 04 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno 

El cuarto concierto de la Primera temporada 2014 de la Orquesta Filarmónica de Sonora programado para el Teatro de la Ciudad, se traslada a la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima teniendo como invitada especial a la soprano sonorense Flor Herrera.

La OFS dirigida por Christian Gohmer, contará con la participación de la soprano en las obras de Händel: Del oratorio Salomón (Arribo de la Reina de Sahaba), y en la Cantata Crudel tiranno amor. 

En la segunda parte, la Orquesta interpretará el Concierto para violín en La Menor BWV 1041 de Bach, con la participación como solista del concertino Vilen Gabrielyan.

La cita es el próximo jueves 10 de abril a las 20:00 horas. La entrada es libre. 

Flor del Carmen Herrera, soprano

Ganadora del tercer lugar en el Concurso de Canto Carlo Morelli (2000). Obtuvo la beca de Jóvenes Creadores del FECAS Sonora y del Programa de Capacitación y Perfeccionamiento para Jóvenes Cantantes Líricos de SIVAM (Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano), con la guía vocal de Óscar Samano y la dirección de la maestra Teresa Rodríguez. Ha participado en los programas de verano del Instituto Internacional de Artes Vocales (IVAI) en Casalmaggiore, Italia y San Juan, Puerto Rico, así como en el Encuentro Operístico de Verano Saltillo Artescénica. Formó parte del Curso de perfeccionamiento para cantantes de ópera de la Escuela de Música de Milán, Italia.

Participó nuevamente en el  Festival Francés 2010 con la dirección de Eduardo Álvarez y la Orquesta Filarmónica de Acapulco, y ofreció un concierto en la ciudad de Nueva York en la Julliard School of Music, como parte del enlace cultural entre los gobiernos de México y Estados Unidos. Fue invitada nuevamente por la Orquesta Filarmónica de Acapulco para interpretar el solo de soprano del oratorio Carmina Burana de Orff, con la dirección de Eduardo Álvarez en el marco del Festival La Nao Bicentenario 2010, y participó en la temporada de Conciertos de Otoño de la Universidad de Sonora al lado del pianista Pedro Vega, interpretando el ciclo Dichterliebe de Schumann. Participó en la 29 edición del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2013, presentándose en recital en Álamos, Sonora. 

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Piedras de agua

Hayde Lachino

Hay muchos lugares desde los cuales se puede pensar y escribir sobre la danza, desde las nociones tradicionales de la crítica de arte que en lo fundamental se adhiere a principios de verdad y para la cual se requiere un claro marco referencial, generalmente en función de un canon estético validado; pero también se puede ejercer tal reflexión pensando en términos de validez, que si bien es un terreno resbaladizo, resulta de mayor fecundidad porque intervienen aspectos más amplios que permiten aproximarse a la obra de arte desde diversos enfoques, con la idea de buscar en otras áreas del pensamiento, elementos y conceptos que ayuden a comprender el ejercicio creativo como parte de un todo. 

En lo personal, varias fueron las razones por las cuales dejé de hacer crítica de danza, por considerarla obsoleta y reduccionista y que no da cuenta de procesos complejos en donde operan dimensiones políticas, económicas, estéticas y subjetivas. Entonces ¿cómo escribir de danza sin eludir el compromiso con la palabra, con un juicio estético sin caer en simplificaciones? Propongo aquí un texto que juega con los recursos de internet y que permite ampliar, mediante vínculos, la opinión aquí contenida, con lo cual establezco la invitación a complejizar la experiencia de ver danza. 

Beatriz Cruz, es una coreógrafa de Guadalajara con una larga trayectoria en la danza, su aproximación al butoh parte de la necesidad personal por ir al encuentro de una técnica que le permitiera mayor libertad a la hora de construir su poética personal, de ahí que defiende el llamar a lo que hace danza experimental, que se nutre de toda su formación corporal presente y pasada. Podemos afirmar que en ella existe un pensamiento contemporáneo en torno a la danza, por lo tanto importa menos qué tipo de técnica o danza hace, y más bien el acento está en lo que hace a partir de ello, si bien es el butoh la técnica fundamental que guía el proceso de investigación de la coreógrafa, es claro que existe una apropiación personal de la misma.

¿Cómo logran los integrantes de Pájaro de Nube construir un universo para hablar de la condición humana? Ernest Gombrich, en su clásico libro La historia del arte, nos dice que los artistas no piensan en lo bello cuando se enfrentan a la creación, sino en lo que es pertinente para cada pieza, esto es, cómo hacer uso de los elementos formales de una práctica artística para dar forma a la idea o a la imagen que se erige como detonante del proceso creativo. Así, la apuesta de Beatriz Cruz y Marcos García es establecer diálogos disciplinares en donde los diversos lenguajes que intervienen en la puesta en escena, coadyuvan a dar forma a aquello que se quiere decir o que se intuye.

Dentro de lo codificado que tiene la pieza, existe un amplio margen para la improvisación, para permitir un flujo abierto en donde el cuerpo es el canal que pone en movimiento y materializa ideas, sensaciones e imágenes. A través de una economía de recursos y el uso del gesto, es posible aproximarse a eso que tiene la vida de indecible, la angustia profunda por el hecho de estar vivos dirá Jean Paul Sartre, por lo que no controlamos, por lo que no podemos nombrar. En ese terreno parece querer colocarnos el trabajo de Pájaro de Nube, un lugar en donde no existe una historia qué contar, sino un estado para evocar e invocar. El espectador entonces es obligado a colocarse, no desde el consumo de acciones, sino desde la contemplación de una danza que se despliega en un suave y tranquilo discurrir del tiempo.

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Piedras de agua, Un poema siempre en construcción

Boletín ISC No. 093 / 4 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno

Colaboración especial de Carlos Sánchez

A la hora que se pone el sol. En el fondo la mar. La poesía constante. Un río.

Un dulce olor a incienso habita los olfatos. Y al compás de las notas se enciende Un Desierto para la Danza en su edición veintidós.

Pájaro de nube es la compañía que abre el telón del Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura. En sesenta minutos de sonidos y atmósferas, cuerpos que desplazan sus texturas sobre el escenario, Piedras de agua, la coreografía, representa una ofrenda también para el espectador.

Se cuenta la muerte, se siente la vida. Existe el ingenio, la creación como un trance, la búsqueda de un lenguaje, la exploración como un experimento.

En las butacas los espectadores. En el escenario los bailarines emanan del vientre de un sueño. Respiran y habitan donde nosotros no. Son piedra, sal, agua, mar, tierra y soledad. El canto de un poema cuyo efecto sonoro sugiere un misterio permanente. Del que canta bendita voz, y plausible.

Marcos García es compositor musical, intérprete. En el umbral del proscenio, sus manos construyen una coreografía paralela a la que se ejecuta sobre el escenario. Danzan las ideas en su pensamiento. Danza la emoción en su cuerpo y los dedos de sus manos son también un concierto en movimiento. 

Complejo concluir qué fue primero en la construcción de Piedras de agua, de la compañía pájaro de nube. La pregunta es qué se hizo para qué: ¿la música para los cuerpos, o los cuerpos dictando las ideas para la creación de los sonidos?

El orden es lo de menos, la precisión matemática en los movimientos son el encanto: las piernas vueltas teclas de un piano, el ritmo que se adhiere a la sutil a veces, violenta también, interpretación musical de Marco. 

En el Teatro todo se vuelve poesía. Cada minuto es la sugerencia de un verso, cada instante la incertidumbre, la pregunta: ¿Qué imagen nos aprehenderá ahora?

Las niñas juegan a ser niñas. Y buscan sus almas. Los espectadores disponemos los ojos, los sentidos; porque para encontrar hemos venido.

Un árbol se suspende en el cielo. La intensidad del color es la puesta de sol en el desierto. Verano y otoño. La sagacidad de las ideas. El anzuelo desde los creadores: Beatriz Cruz, Marcos García. 

Aquí la mar. Un río. Aquí el agua. Un sueño. La danza que no requiere de un movimiento vertiginoso y constante. Porque el cuerpo en sí ya es movimiento. Porque el tránsito interior también expresa. Y son los rostros, las miradas, las voces, herramienta precisa en el decir. 

Ahora sé o sabemos que los cantos en Piedras de agua nos remiten a infancia, a duelo, que el vocablo muñeca es un poema siempre en movimiento, en construcción. Misterio.  

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Desafiantes proposiciones dan inicio a la Muestra Internacional Un Desierto para la Danza 22

Boletín ISC No. 092 / 3 de abril / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno

Se inauguró en Hermosillo, Sonora, el festival de danza contemporánea de mayor impacto en el noroeste de México; continúa hasta el 12 de abril 

Hermosillo, Sonora. – Espectador e intérprete en mutua observación. El cuerpo como canal de expresión del alma. La primera noche de la Muestra Internacional Un Desierto para la Danza 22 fue, para algunos espectadores, una vivencia peculiar, desafiante.

El festival dancístico más importante del noroeste de México inició el jueves 3 de abril en Casa de la Cultura de Hermosillo, Sonora, con un par de propuestas que retaron el intelecto y las emociones del público.

Sin preámbulos, a partir de las 18:45 horas, Esthel Vogrig del Distrito Federal brindó una serie de presentaciones para un solo espectador en la Galería Eusebio Kino.

En El hipergesto, invitado y anfitrión interactúan mediante un software de computadora que cuando reconoce ciertas posturas, despliega un grupo de imágenes. El espectador selecciona una de ellas dando click con el mouse. En esta interacción nace una comunicación basada en la imagen y el cuerpo, donde el espectador “hipertextualiza” a la intérprete. Esta experiencia se repetirá los días 5, 7, 9 y 11 de abril.

Una hora y quince minutos después, a las 20:00, se inauguró el festival, con la presentación de Piedras de agua, bajo la dirección de Beatriz Cruz y Marcos García de la compañía pájaro de nube de Guadalajara, Jalisco.

Esta coreografía presentó un viaje poético a través de la danza, la música y la poesía, pequeñas historias de muerte y agua contadas por muñecas antiguas, símbolo de la infancia perdida. La función resultó una experiencia en la que público y bailarines compartieron emociones y estados de ánimo.

En la noche inaugural en el Teatro de la Ciudad estuvieron presentes Cuauhtémoc Nájera Ruiz, coordinador nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y Poly Coronel Gándara, titular del Instituto Sonorense de Cultura (ISC).

“Un Desierto para la Danza es un festival con personalidad, va a ser bastante interesante y accesible a la vez, y es un festival que va madurando, creciendo y cada vez está más claro y conciso en su propuesta artística… va por muy buen camino”, consideró el funcionario del INBA.

La titular del ISC añadió que es importante que los sonorenses vean estas propuestas de pensamiento y estética.

“Este tipo de espectáculos nos brindan otras visiones, otras alternativas, nos hacen pensar, nos hacen crecer”, expresó Coronel Gándara.

Un Desierto para la Danza continúa hasta el 12 de abril, con presentaciones de compañías de Finlandia, España, Brasil y México; producciones la lágrima, de Hermosillo, Sonora, es el grupo anfitrión. 

Los boletos para las funciones están disponibles en la taquilla de Casa de la Cultura de Sonora y tienen un costo de 80.00 pesos general y 40 pesos estudiantes y tercera edad.

Consulte el programa y horarios de Un Desierto para la Danza en www.isc.gob.mx y www.undesiertoparaladanza.gob.mx, siga las redes sociales oficiales del ISC en Facebook (ISCSonora), Twitter (@iscsonora) y YouTube (ISCSonora), y únase a la conversación con el hashtag #UDPD22