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Desde España, Ainhoa Arteta y Sole Giménez realzan el FAOT 2015 con su voz

Boletín ISC No. 43 / 29 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo

Álamos, Sonora.- La soprano Ainhoa Arteta y la cantautora Sole Giménez se presentarán este viernes 30 de enero en el Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015 en Álamos, Sonora, aderezando con sabor a España esta celebración de la voz humana. 

Arteta ofrecerá un recital a las 20:00 horas en Palacio Municipal, acompañada del pianista Rubén Fernández; Giménez traerá su pop latino al Callejón del Templo a las 21:30 horas. 

Tras resultar vencedora de los concursos Metropolitan Opera National Council Auditions de Nueva York y del Concours International de Voix d’Opera Plácido Domingo de París, Ainhoa Arteta inició una brillante carrera internacional en teatros como el Metropolitan Opera, Carnegie Hall, Covent Garden, Bayerische Staatsoper, óperas de Washington, Houston, Dallas, Seattle, San Francisco; Scalla de Milán, San Carlos de Nápoles, Arena di Verona, Teatro Bellas Artes de México, Ámsterdam, Deutsche Oper Berlín, entre muchos otros. 

De sus últimos grandes éxitos habría que destacar su participación en Cyrano de Bergerac junto a Plácido Domingo, en San Francisco y en el Teatro Real; La bohemia en el Metropolitan y La Scalla de Milán; Otello en La Coruña; Turandot, Carmen y La bohemia, en el Liceo; Diálogos de carmelitas, Eugenio Oneguin y Simón Boccanegra, en ABAO, así como el estreno en París de la ópera El último día de un condenado a muerte junto a Roberto Alagna; Don Carlos en la Ópera de Oviedo y Don Giovanni en el Teatro Real. 

Sole Giménez es una de las cantantes y compositoras más versátiles y con más personalidad de los últimos veinticinco años en la música española. 

Con Presuntos implicados grabó once discos, con los que el grupo logró la popularidad y el apoyo del gran público tanto de España como de Latinoamérica, llegando a hacer giras internacionales y a vender más de tres millones de copias de sus álbumes. 

Cómo hemos cambiado es el nuevo trabajo de Sole Giménez como solista, disco que supone un reencuentro con las canciones de su vida, las más emblemáticas, grandes éxitos como Mi pequeño tesoro, Cómo hemos cambiado, Alma de blues, Fallen, En la oscuridad, Llovió y más. 

En todos sus discos, con cada composición y cada interpretación, Sole tiene una única intención: la de encontrar y recrear la belleza. Con ese loable fin ella se hace acompañar de los músicos más talentosos, pues son los mejores compañeros para este apasionante viaje donde no tienen cabida ni prejuicios ni límites, solo la pasión por dar vida a la mejor música. 

El FAOT 2015 continúa en Álamos hasta el sábado 31 de enero. Consulte el programa general en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Siga la conversación en Twitter (@fcOrtizTirado) y Facebook (Festival Ortiz Tirado), y comparta sus opiniones y experiencias con los hashtags #FAOT2015.

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Cinco bandas sonorenses de rock, este viernes en el FAOT 2015

Boletín ISC No. 42 / 29 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo 

Antídoto, El Grito, Lopezperez, Kahfra y La perra vida, encenderán el Escenario Rock del Festival Alfonso Ortiz Tirado 215 en Álamos, Sonora, a las 20:00 horas del viernes 30 de enero  

Álamos, Sonora.-  Las bandas sonorenses de rock Antídoto, El grito, Khafra, Lopezperez y La perra vida se presentarán el próximo viernes 30 de enero a partir de las 20:00 horas en el Escenario Rock del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015 en Álamos, Sonora. 

Antídoto es una agrupación originaria de Ciudad Obregón, que cuenta con dos producciones discográficas, que mezclan distintos géneros como el punk, rock, hardcore y ska, con temas inéditos en los que muestran sus vivencias, problemas sociales y temas de actualidad. 

El grito es una banda de hardcore que nació a principios de 1995 en Hermosillo, Sonora, y que ha sabido mantenerse en el gusto de sus seguidores y nuevas generaciones. A través de sus cinco materiales discográficos, este grupo se ha ganado un lugar y reconocimiento en la escena musical no solamente de Sonora y México, sino de Europa, Estados Unidos y Centroamérica. 

De Ciudad Obregón, Sonora, llega Khafra, una agrupación con casi 30 años de trayectoria que, con canciones propias, dejan asentado un concepto musical basado en los duros acordes del rock pesado; siguen una línea lírica que expresa la actitud del grupo ante la vida, la muerte, la represión y las guerras, en una constante lucha por la libertad mental, física y espiritual. 

Lopezperez es un proyecto que nació hace casi 20 años en Hermosillo, Sonora; el rock fusión y el tinte social son su eje central, con el que reflejan la idea del mestizaje en la música. El nombre representa el concepto latinoamericano como pueblo, “todos somos lopezperez, somos familia, la identidad”; es la música de la gente para la gente.  

El viaje rocanrolero del FAOT 2015 incluye además a La perra vida, grupo de punk-rock hermosillense con 22 años en los escenarios. 

El FAOT 2015 continúa en Álamos hasta el sábado 31 de enero, fecha en el que el rock sigue presente con la presentación de las bandas mexicanas Torreblanca y Genitallica en el escenario frente a La Casa de las Delicias. Consulte el programa general en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Siga la conversación en Twitter (@fcOrtizTirado) y Facebook (Festival Ortiz Tirado), y comparta sus opiniones y experiencias con los hashtags #FAOT2015 y #AlamosRocks.

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Cantar en lengua mayo

                                      Boletín ISC No. 041 / 29 de enero / 2015 

En el Mercado de Artesanías

Carlos Sánchez

De muy pequeño soñaba con tener una guitarra. Nunca la tuvo: “Porque éramos muy pobres”. Ahora dirige un trío que por nombre lleva La Primavera. Juan Seboa Maldonado es originario de El Tábare, Huatabampo, Sonora. Toca la guitarra, canta.

Desde hace varios años a la fecha, puntual llega con su instrumento bajo el brazo al Festival Alfonso Ortiz Tirado. Se instala debajo de la enramada del Mercado de Artesanías, y en el contexto de rituales tradicionales étnicos, la infaltable cultura culinaria, el Trío La Primavera ofrece su repertorio.

Juan, acompañado de sus compañeros de grupo: Fernando Cienfuegos y Esteban Seboa, canta con enjundia. Invita a los espectadores a bailar. A intervalos de su actuación narra la importancia de la historia de su etnia, los significados en español de las palabras en lengua mayo.

En este escenario ubicado a la entrada de Álamos, donde todos los días la cultura indígena encuentra miradas, compañía, Juan Seboa Maldonado comparte algunas de sus impresiones respecto de los por qué y cómo del oficio, incluso qué le significa participar en el Festival Alfonso Ortiz Tirado.

“Fíjate que para nosotros es muy bonito estar año con año aquí, siempre que nos invitan nos sentimos halagados, al venir aquí lo tomamos como un paseo, y con mucho gusto compartimos nuestra cultura, nuestro canto en lengua mayo, bueno también cantamos canciones en lengua español: rancheritas, cumbias, corridos, traemos un buen material.

“En lengua mayo traemos la Meregilda, Juanita vaquera, Verde chuparrosa, y una que otra más”.

–¿A qué edad fue tu primer contacto con el instrumento?

–Como a los catorce años, yo creo. De muy pequeño soñaba con tener una guitarra, pero éramos muy pobres, no tenía el modo de adquirir una, hasta que ya Antolín Velasco fundó un centro cultural y fue quien nos otorgó todos los instrumentos musicales que tenemos. Y ahora gracias a Dios estamos saliendo para todos lados, nos invitan para Magdalena, hemos estado en Caborca, Hermosillo, Guaymas, y donde quiera que nos  presentamos lo hacemos con gusto.

–¿A usted le enseñó alguien a tocar la guitarra y ahora usted ha hecho escuela?

–Nomás he enseñado a unas niñas a cantar en lengua mayo, pero a mí no me enseñó nadie, yo aprendí mirando, así me fui enseñando, y no sé ni mucho, todavía me falta mucho por aprender, pero ahí la llevo poco a poquito, ahí la llevamos mejor dicho, los tres que hacemos La Primavera.

–¿Cuánto tiempo llevan como agrupación?

–Desde que nos dieron instrumentos nos los dieron a los tres juntos, y hemos andado por ahí como unos ocho años juntos. Y aunque ahorita no hemos grabado ningún disco, sí nos gustaría hacerlo lo más pronto posible, porque a donde quiera que vamos nos piden nuestra música.

–¿Qué significa para ustedes cantar en lengua mayo, su lengua originaria?

–Nos sentimos muy orgullosos, porque es nuestra cultura, lo que nosotros somos y lo que traemos.

Antes de ponerse el sol, La Primavera concluye su participación. Los espectadores ahora consumen la propuesta culinaria étnica. Juan informa que mañana otra vez, que las canciones estarán presentes, que también vendrás los compañeros de la tribu yaqui a compartir de su cultura. 

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Reseña 6 de Juan Arturo Brennan. FAOT 2015

Miércoles. Media semana. El FAOT se toma un respiro, para abordar con renovada energía sus actividades de los tres &uacuteuacute;ltimos días de esta fiesta de la música vocal. Pocas actividades, tranquilidad en las calles y plazas del pueblo. Esta calma que precede al huracán me invita, de nuevo, a tomar camino hacia el Mercado de Artesanías para ver y escuchar a los grupos musicales de los pueblos originarios de Sonora que ahí se presentan. De nuevo, sentimientos encontrados. Por un lado, la mera satisfacción sensorial de escuchar estos cantos (a veces en lengua indígena, a veces en castellano) sencillos, directos, inocentes, que reflejan puntualmente las vivencias cotidianas de estos cantores en sus comunidades. Por el otro, la necesaria reflexión sobre la deuda enorme que nosotros los blancos, los yoris, tenemos con nuestros pueblos indígenas, aparejada con la igualmente necesaria enumeración de los muchos agravios a los que esas comunidades han sido (y siguen siendo) sometidas por nuestras impresentables clases políticas y empresariales. Este miércoles, como lo había hecho el lunes, se presentó el grupo Etnia Sierreña, de la comunidad macurawe, y actuó también el dueto de los Hermanos Mendoza, campesinos yaquis que cantan acompañándose de sendas guitarras. En la música y el canto de estos dos grupos, como de los demás que se han presentado en el Mercado de Artesan&iaiacute;as de Álamos, se percibe esa inquietante mezcla del  gozo por el quehacer musical de hoy y la tristeza añeja por los despojos y las vejaciones de siempre.

Dicho lo cual y aprovechando este impasse de media semana, hago un breve recuento de lo que mi parecer han sido las joyas especialmente luminosas de la primera mitad de esta edición 31 del Festival Alfonso Ortiz Tirado:

1.- Las arias de ópera cantadas por Arturo Chacón (Verdi, Massenet, Puccini) en la sesión inaugural del FAOT, más satisfactoria que el repertorio popular que conformó la parte medular de su presentación.

2.- La poderosa ejecución de Viento, agua, piedra, de Samuel Zyman (sobre un poema de Octavio Paz) a cargo de las voces de  Irasema Terrazas y Guillermo Ruiz, con el Ensamble Tamayo.

3.- La seriedad y profesionalismo de Eugenia León en su recital en el Callejón del Templo, acompañada de la Filarmónica de Sonora con el experimentado Enrique Patrón de Rueda a la batuta.

4.- Los tangos antiguos tocados por  las cinco damas argentinas de Chifladas Tango, en un concierto gozoso, fluido, muy bien programado y muy bien ejecutado.

5.- Las tres arias barrocas (Porpora, Broschi, Händel) interpretadas por la explosiva soprano alemana Simone Kermes, en el contexto de un recital lleno de “adrenalina y fuegos de artificio” (palabras suyas) sobriamente acompañado por Christian Gohmer al frente de la OFS.

6.- El luminoso bluesero Earl Thomas abandonando el escenario para cantarle al público, literalmente, al oído.

7.- La diáfana inocencia y la convicción cultural de la joven cantante y violinista yoreme (mayo) Ana Soledad Vega, en su actuación en el Mercado de Artesanías.

8.- La impecable ejecución de una auténtica novedad camerística (el Quinteto Op. 39 de Prokofiev) a cargo del Cuarteto Latinoamericano e invitados.

9.- Las piezas de Schifrin, Mancini, Morricone y Gershwin interpretadas por el Quinteto Macuilli en el Templo de la Purísima Concepción.

10.- La variedad del repertorio cantado por cuatro jóvenes sopranos sonorenses (Rosa Dávila, Paulina González, Vianney Lagarda y Jessica Pacheco) en la tradicional Noche de la UNISON, así como la revelación de las cualidades actorales y dramáticas especiales de Vianney Lagarda.

Hoy jueves se reanudan en forma las numerosas propuestas musicales (y de otros rubros) del XXXI Festival Alfonso Ortiz Tirado, siendo el plato fuerte la representación de la ópera Carmen de Bizet en el escenario al aire libre del Callejón del Templo. Álamos ha amanecido con un clima extraño. Quienes saben leer el cielo y descifrar el aire dicen que amenaza lluvia. Ojalá se equivoquen.

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Reseña 5 de Juan Arturo Brennan. FAOT 2015

A la usanza tradicional, la parte medular de la programación de la quinta jornada del FAOT 2015 se inició a mediodía en el Templo de la Purísima Concepción, con uno más de los conciertos instrumentales que suelen ser la materia prima de esa sede. En esta ocasión, el grupo protagónico fue el Quinteto Macuilli (“cinco” en lengua náhuatl), que propuso un programa ciertamente  atractivo conformado por música de teatro (Broadway) y de cine (Hollywood).  Con su clásica dotación de flauta, oboe, clarinete, fagot y corno, el quinteto abordó partituras de gran atractivo para el público, provenientes de películas como El golpe, La novicia rebelde, El padrino, La lista de Schindler, La misión, Frozen, y obras de teatro musical como Los miserables, Cats y Evita, con un par de excursiones al mundo más académico de la ópera, con la famosa Habanera de Carmen, de Bizet, y una selección de temas de Porgy y Bess, de Gershwin. De entrada se impone decir que las ejecuciones fueron de primer nivel gracias a la pericia individual de los miembros del Macuilli; de hecho, cuatro de ellos habían participado brillantemente en la noche de gala del día anterior como socios y cómplices del Cuarteto Latinoamericano. Sin embargo, el concierto no resultó un éxito total debido a una causa literalmente ajena a los intérpretes: mientras que algunos de los arreglos fueron de primer nivel (la música de Joplin, Morricone y Gershwin, por ejemplo), otros resultaron de apenas mediana calidad, llegando incluso a desvirtuar algunas de las cualidades originales de estas músicas conocidas, reconocidas y admiradas. Fuera de programa, el Quinteto Macuilli ofreció, con la misma eficacia con que ejecutó el resto del repertorio, atractivas piezas de Schifrin (Misión imposible) y Mancini (La pantera rosa), condimentados con un par de divertidos toques de humor escénico. Más allá de la diversa calidad de los arreglos, el concierto resultó muy satisfactorio, y en el contexto de una labor de conjunto muy estimable, destacó la presencia solista del oboísta Miguel Salazar en la interpretación de la conocida pieza El oboe de Gabriel, de la banda sonora de la película La misión.

Por la noche, en el Palacio Municipal, se llevó a cabo la tradicional Noche de la Universidad de Sonora, uno de los eventos que, en lo personal, me resultan más esperados e interesantes en cada edición del Festival Alfonso Ortiz Tirado. En esta ocasión,  el  formato de la Noche de la UNISON tuvo la singular característica de que contó con la presencia de cuatro sopranos, Rosa Dávila, Paulina González, Vianney Lagarda y Jessica Pacheco, en un variado recital con el acompañamiento de Héctor Acosta al piano. Al interés primordial de poder escuchar cuatro jóvenes voces de la misma tesitura, se añadi&oaoacute; un programa de amplio espectro, que cubrió algunas áreas fundamentales de la historia de la música vocal, a través de compositores emblemáticos: la mélodie francesa representada por Poulenc y Fauré; el Lied alemán con Schubert; la canción italiana de concierto con Arditi; la ópera clásica con Mozart; la ópera del alto romanticismo con Strauss; el verismo con Puccini; el bel canto con Donizetti; la gran ópera francesa con Gounod; la opereta con Franz Léhar; la zarzuela con Serrano y Moreno Torroba; y para coronar esta variedad de repertorio, canciones latinoamericanas (en arreglos de Héctor Acosta) cantadas al final del programa por las cuatro sopranos. Faltaría tiempo y espacio para desgranar toda la música cantada esa noche por las cuatro jóvenes sopranos, pero sí es posible hacer algunas observaciones generales. Por ejemplo, que la probable abundancia de repertorio italiano en sus estudios pareciera cohibirlas un poco cuando de música en otros idiomas se trata. También, que como suele ocurrir en estas “presentaciones en sociedad” que son las Noches de la UNISON, iniciaron un poco tensas y preocupadas, pero para la segunda parte del programa ya estaban cantando con más aplomo y soltura. Paulina González entendió bien y supo comunicar el ambiente sonoro sutil y un tanto decadente de la música de Poulenc. Rosa Dávila se mostró más segura y confiada en la música de Gounod que en la de Fauré. Parece claro que a Jessica Pacheco  le queda bien el temperamento musical y dramático de la zarzuela, a juzgar por la convicción con que abordó la pieza de Serrano que le tocó cantar. En cuanto a Vianney Lagarda, hay que decir que a lo largo de la velada se mostró como la mejor actriz entre las cuatro sopranos programadas, asumiendo con frescura y naturalidad las exigencias escénicas (limitadas por tratarse de un recital) de los textos de Fauré, Arditi, Puccini y Léhar que abordo a lo largo del recital. Por cierto, las jóvenes sopranos afirmaron que el repertorio elegido para esta Noche de la Universidad de Sonora fue confeccionado básicamente por sus tutores, de acuerdo con el momento de desarrollo académico por el que está pasando cada una de ellas. Como siempre, asistir a esta  Noche de la UNISON resultó un placer especial por la oportunidad de atestiguar el estado de guardan estas jóvenes voces en pleno florecimiento, estas obras en proceso del ámbito de nuestros intérpretes de música vocal.

La sesión musical hasta aquí reseñada fue precedida por la ceremonia de entrega del reconocimiento al Maestro Sonorense a Marybel Ferrales, comprometida tutora de varias generaciones de cantantes sonorenses, quien con evidente emoción retribuyó la cálida recepción del público cantando con potencia y convicción la canción Nunca digas, de Jorge del Moral. De una lógica impecable resultó el hecho de que este premio se le entregara a una maestra con esa trayectoria justamente la noche en que cantaron las cuatro jóvenes sopranos universitarias.

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A mitad del camino. Recuento de las noches de canto

Boletín ISC No. 038 / 28 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo 

Colaboración especial de Carlos Sánchez

Al alba despierta la ciudad. El gorjeo de las aves es síntoma de vida y marca la pauta para el retorno de actividad.

Al calor de un café las palabras fluyen, las miradas auscultan. Los niños recorren el camino hacia la escuela. Álamos es una fiesta que inició el veintitrés de enero. Con el concierto del coterráneo Arturo Chacón, el Festival Alfonso Ortiz Tirado ofreció su primer canto.

Vino al día siguiente la voz de Eugenia León. Narración constante de lo que somos, el rescate de compositores que hilvanan el repertorio de nuestro cancionero.

Muchas voces a la par de Eugenia, quien recibió la Medalla Alfonso Ortiz Tirado. Al lado de ella, la Orquesta Filarmónica de Sonora y un convite a bailar al son de mambos.

Y quiso el programa del FAOT que los espectadores viviéramos un domingo de impacto. Desde las dos de la tarde y hasta la media noche. Primero en el atrio del Templo de la Purísima Concepción, el quinteto de alientos Chifladas Tango vino a compartir su idiosincrasia, la cultura argentina, el rescate también de los protagonistas del tango y su historia.

El mismo domingo, en Palacio Municipal, durante la noche de gala, Simone Kermes, soprano, soltó la voz, relajó su cabellera, bailó mientras las notas le acompañaban en su canto. Christian Gomher dirigió la orquesta, se acopló a la propuesta de Kermes; juntos armaron una ejecución perfecta.

Al final de la noche de gala, en el Callejón del Templo, un río de voz se desbocó. Earl Thomas no sólo interpretó temas de blues, se repartió con honestidad contumaz. De un brinco se instaló en el pasillo del callejón, entre los espectadores cantó a capela. Recibió abrazos, como una ofrenda, la gratitud.

Canto y baile. Combinación perfecta. Pero Thomas no se iría sin antes interpretar la canción de sus sueños, la que más le toca el corazón. La interpretó allí, sentado en proscenio, en torno de él, los espectadores le rodearon a similitud de una reunión de barrio, antes de que la noche arrebatara la oportunidad de la última canción.

Cierre catártico en preámbulo de lunes. La jornada en su engranaje, y no parar hasta llegar al Mercado de Artesanías, allí donde la muestra culinaria, musical, es siempre un guiño que seduce.

Aquí violines para crear sones. Golpes de extremidades que construyen baile, la reiteración de la cultura indígena, el pronunciamiento de lo que se es, a lo que se aspira seguir siendo.

Ya picados y en la barra no falta la tortilla de garbanzo, mientras transcurre la otra canción. Un taco de carne con chile, o ya de plano un plato de wakabaki, ese platillo fuerte y tradicional.

Martes y la ambientación callejera constante. Golpes a ritmo de objetos reciclados. Por la noche el reconocimiento a Marybel Ferrales. Allí mismo, en Palacio Municipal, Noche de la Universidad de Sonora y el talento novel de cuatro sopranos: Rosa Dávila, Paulina González, Vianey Lagarda y Jessica Pacheco.

Colofón con Alejandro Filio. La inteligencia en el discurso acompañado de guitarra.

A mitad del camino. FAOT una oferta que fluye. Ya se asoma el treintaidós. 

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Alejandro Filio ofrece un concierto entrañable

Boletín ISC No. 039 / 28 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo 

Por Astrid Arellano

Álamos, Sonora. Entre acorde y acorde, vamos acordándonos de las canciones; tomamos nuestras manos como escenario para existir, para cantar; se detiene el reloj sobre nosotros, la luna irrepetible nos mira desde arriba y se acomoda sobre el escenario para escuchar de cerca.

Alejandro Filio en el XXXI Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015, ofreció un concierto entrañable y el Callejón del Templo lo sintió en sus muros, en sus piedras; inundado de gente. Los rasgueos de la guitarra surgían tenues, leves; luego desesperados, apasionados.

La noche se volvió íntima; el trovador conversaba con cada uno como si estuviera en un pequeño bar. Su repertorio preparado pasó a segundo término cuando a partir de la cuarta canción, empezó a complacer con las peticiones de los viajeros que llegaron hasta el pueblo mágico para vivir este preciso y precioso instante.  

Las canciones-historias nos hablaban de amor: de aquel que se le tiene a unos ojos verdes del color de la mañana; del amor a Hera caminando en la hierba, mutando de diosa a mujer; del amor a unos zapatos pegaditos a otros; del amor a unos brazos de sol; del amor a una madre que ya no está. Las canciones estaban allí, puestas a disposición del enamorado que las necesitara.

Esas canciones también eran para los enamorados de su país; de los padres que despiertan a sus hijos cada mañana con la intención de convertirlos en mejores mexicanos de lo que ellos son; de la esperanza y la paz que nacen al cantarle a México; de la importancia de las canciones y los sueños, porque son más fuertes que lo que nos mentirán: “porque los buenos somos más”.

Y es que no importa que digan que está trillado hablar de amor, y mucho menos, cantarle.

El 31 Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado 2015 continúa hasta el sábado 31 de enero en Álamos, Sonora. Este evento es organizado por el Gobierno del Estado de Sonora, a través del Instituto Sonorense de Cultura, con el valioso apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

 

Consulte el programa general en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Siga la conversación en Twitter (@fcOrtizTirado), Facebook (Festival Ortiz Tirado) e Instagram (@fcortiztirado) y comparta sus opiniones y experiencias con el hashtag #FAOT2015.

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Recibe Marybel Ferrales presea de Maestra Sonorense en el FAOT 2015

 Boletín ISC No. 37 / 27 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo 

Álamos, Sonora.- La soprano y docente de canto Marybel Ferrales fue reconocida como Maestra Sonorense 2015 en el marco de la edición número 31 del Festival Alfonso Ortiz Tirado en Álamos, Sonora. 

La entrega del reconocimiento se realiz&oaoacute; el martes 27 de enero en Palacio Municipal de Álamos, durante la Noche de la Universidad de Sonora.

“Marybel Ferrales ha regado las semillas de su talento en tres generaciones de jóvenes cantantes, quienes han dado frutos internacionales que hoy ponen en alto el nombre de Sonora”, expresó Poly Coronel Gándara. 

La directora general del Instituto Sonorense de Cultura consideró que Ferrales es una luchadora en toda la extensión de la palabra, que no se ha dejado vencer por las adversidades, un legado que transmite tanto a sus alumnos como a su familia. 

Mencionó que Ferrales ha sido parte del logro de Margarita Estrada, Teresa Navarro, María Elena García, Karina Romero, Flor Herrera, Jesús León, Manuel Acosta y Octavio Moreno, cantantes reconocidos en las óperas del mundo. 

Marybel Ferrales dijo “gracias, una simple pero gran palabra. Gracias desde el fondo de mi corazón”, además pidió un aplauso en homenaje a la persona que le enseñó a enseñar, el Maestro Jesús Li. 

También agradeció al Instituto Sonorense de Cultura, así como al pueblo de Sonora que desde enero de 1995 la abrazó y no la ha dejado ir. “Gracias Sonora y un honor tambi&eacueacute;n a todos los maestros que nos inspiraron un día a desarrollar nuestras capacidades, gracias”. 

La sorpresa fue para el público asistente a la ceremonia, ya que una vez entregado dicho reconocimiento a la Maestra Ferrales, subió el pianista Héctor Acosta y en conjunto presentaron la segunda parte de Nunca digas del autor Jorge del Moral, demostrando así su talento y el por qué le fue entregado este galardón. 

Marybel Ferrales Nápoles, de origen cubano, es una soprano reconocida a nivel internacional, quien desde el año 2000 dirige el Coro de la Universidad de Sonora. 

Las actividades del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015 continúan hasta el 31 de enero en Álamos, Sonora. El programa completo se puede consultar en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Redes sociales: twitter @fcOrtizTirado / facebook Festival Ortiz Tirado / hashtag: #FAOT2015.

 

 

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Miércoles de FAOT 2015: De música y raíces

 Boletín ISC No. 36 / 27 de enero / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo 

Álamos, Sonora.- La música como rescate y preservación de las raíces de un pueblo se hacen presentes en el Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015 este miércoles 28 de enero, con una ecléctica oferta de presentaciones musicales. 

El día inicia en el Mercado de Artesanías, desde las 10:00 horas, donde se llevará a cabo la exposición fotográfica Los pilares del mundo, a la par de la venta de artesanía indígena, divertidos juegos de lotería y muestra gastronómica. 

De 11:00 a 13:00 horas, en el mismo foro, tendrá lugar la conferencia Infancias: el patrimonio cultural para la gente del mañana, por el antropólogo Alejandro Aguilar Zéleny (plática, videos y cuentos). 

A las 14:00 horas tiene dos opciones musicales: en el Templo de la Purísima Concepción se presentará Ensamble de Raíz, con Marduk Serrano, barítono; y Santiago Álvarez, clavecinistal; y en el Mercado de Artesanías Dueto Los Mendoza, Trío Primavera y Quinteto Marucawe compartirán su música yaqui, mayo y guarijío, respectivamente. 

Por la tarde, la ambientación callejera estará a cargo de El basurero de ritmos y por la noche la Estudiantina Dr. Alfonso Ortiz Tirado amenizará la ya tradicional callejoneada. 

El programa completo del FAOT 2015, que continúa hasta el 31 de enero en Álamos, Sonora, se puede consultar en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Redes sociales: twitter @fcOrtizTirado / facebook Festival Ortiz Tirado / Hashtag: #FAOT2015.

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Earl Thomas en el FAOT 2015: Irreal y tangible

                                      Boletín ISC No. 31 / 26 de enero / 2015 

Por Astrid Arellano

Álamos, Sonora.- “Sí, soy un rebelde, y mis poros lo gritan. No soy una copia del blues que mis abuelos hacían, porque ellos ya lo hicieron, y muy bien. ‘Cause we’re certainly havin’ a good time”, susurra placenteramente desde el escenario; y el resto asentimos con la cabeza, con los pies, con los brazos al aire. You know it’s all about music, the expression of your soul; “la música es la expresión de nuestra alma”, repetimos y memorizamos.

Earl Thomas en el Festival Alfonso Ortiz Tirado 2015, en su trigésima primera edición. El escenario real es el Callejón del Templo en el Pueblo Mágico de Álamos, Sonora; pero como en un mundo aparte, en un acto casi irreal pero a la vez tangible, presenciamos cómo dentro de una gran olla a fuego lento, se cocinan el blues ancestral, el góspel negro y espiritual, el suave jazz y el buen rock n’ roll de la vieja escuela.

La temperatura sube y la infusión comienza a ebullir; a cada uno, Earl nos sirve un plato rebosante de buena sopa; el condimento es el virtuosismo y pasión de los músicos que le acompañan, pues ellos hacen posible que el rebelde del blues haga lo que hace cuando pisa un escenario.

La noche comenzó con Little brother, y continuó con Youngblood, Sweet like sugar in lemonade, Broken hearted, Brown sugar, y otra buena parte del brillante setlist con el que era inevitable pararse del asiento y empezar a bailar; también se cantó, porque la música y los sentimientos son universales; aquí no existen las barreras del lenguaje. 

Las emociones eran muchas y todas convivían en una gran fiesta, en una interminable conversación; y en ese inter, detuvo su repertorio para atender una petición del público que clamaba una de sus canciones, “okay, we have a request”, respondió; y leve, como un murmullo y a capella, aparecieron las frases de What about me: “Looks like it’s a showdown at last / no more looking back / I finally had to ask what about me? 

Después de un intermedio, Earl reaparece en el escenario, ya sin el traje de blusero; ahora está enfundado en un traje de manta blanca, bordada por la señora Alicia, artesana del pueblo, y con unos huaraches y un sombrero que compró en la feria. 

Earl, con las manos cruzadas sobre el pecho, mostró su sencillez y humildad ante las muestras de afecto, agradeció al público presente, a los organizadores y a la familia Ortiz Tirado, pero sobre todo, a los responsables del imponente escenario, la iluminación y el sonido que inundaba el Callejón del Templo. 

A mitad de una de sus canciones, el intérprete decide bajar del escenario al confesar que no podía más con su gratitud y sentimientos, y sin micrófono, caminó por el pasillo entre las sillas abrazando señoras, ahora cantando a todo pulmón; los susurros de Earl se convirtieron en rugidos que retumbaban en las paredes de las antiguas casonas del pueblo. 

Regresa al escenario, y sin ganas de dejar de cantar, se sienta a la orilla y nos canta tres canciones más; con el alma nos abraza, y canta nuevamente los versos de Little Brother, su canción especial, con la que decidió cerrar el enorme círculo que inició en este pueblo, pues todo es sobre la música, y la música es la expresión de nuestra alma. 

El 31 Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado 2015 es organizado por el Gobierno del Estado de Sonora, a través del Instituto Sonorense de Cultura, con el valioso apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 

Consulte el programa general en www.festivalortiztirado.gob.mx y www.isc.gob.mx. Siga la conversación en Twitter (@fcOrtizTirado), Facebook (Festival Ortiz Tirado) e Instagram (@fcortiztirado) y comparta sus opiniones y experiencias con el hashtag #FAOT2015.