Reunido en el Museo de Arte de Sonora, MUSAS, los días 25, 26 y 27 de noviembre de 2014, el Jurado, convocado por el Instituto Sonorense de Cultura e integrado por los curadores Gerardo Mosquera, Itzel Vargas Plata y Carlos E. Palacios, acordó otorgar los dos premios de adquisición de la Primera Bienal Nacional de Paisaje y una mención honorífica tras una intensa y prolongada discusión y luego de haber realizado una cuidadosa evaluación de las 1406 obras registradas:
PREMIO DE ADQUISICIÓN
Hernaín Bravo por su obra Nueva Cartografía de 2014
El jurado consideró que esta obra supone un impecable ejercicio audiovisual cuya retórica pone en cuestionamiento de manera radical tanto la definición misma del género artístico del paisaje como los temas asociados a la idea de la representación en el arte. Igualmente, Hernaín Bravo, con gran sentido del humor, aborda la creaci&oacutoacute;n artística como una práctica irónica en torno a aspectos estrechamente ligados al origen clásico del cuadro en tanto una ventana para la representación del paisaje, poniendo en tensión la mirada del espectador entre la banalidad del gesto creativo y la propia imagen del paisaje urbano, entre la mímesis como operación artística y su contraparte: la reelaboración del mismo.
PREMIO DE ADQUISICIÓN
Pablo López Luz por su obra Desierto de Coahuila III (Proyecto Frontera) de 2014
Las razones de esta decisión se fundamentan en la lúcida aproximación que López Luz realiza del paisaje fronterizo desde un punto de vista que se aleja de lo descriptivo y desde el cual aborda un ejercicio crítico sobre la idea del paisaje partiendo de aspectos formales de la imagen y donde explota temas cuya poética conjuga aspectos que derivados de la realidad, incorporan genealogías artísticas ligadas a la abstracción, el espacio y sus coordenadas tanto naturales como artificiales.
El jurado determinó entregar una mención honorífica a:
Fernando Brito por sus obras Tus pasos se perdieron en el paisaje, 71 y El campo (suicidio en Balbuena), ambas de 2013
Las obras de Brito constituyen una extraordinaria puesta en escena de la gramática inherente a la construcción de la imagen, creando un híbrido cargado de tensiones, desde la intensa realidad de sus temas y el artificio histórico propio de las mecánicas compositivas tanto de la pintura como de la fotografía.
Igualmente el jurado de esta Primera Bienal Nacional del Paisaje quiere dejar constancia del excelente nivel del resto de las obras seleccionadas, de la riqueza de abordajes al tema del paisaje y de la pluralidad de técnicas, problemáticas y discursos de los artistas participantes.