Álamos, Sonora; a 20 de enero de 2024.- El segundo concierto de las noches de gala se dio bajo el regreso de uno de los hijos pródigos de la escena operística de Sonora: Jesús León. Acompañado de la Orquesta Filarmónica de Sonora bajo la dirección del director invitado, el británico Toby Purser; y también la presencia como invitada de la soprano María Li Ferrales; el tenor sonorense ofreció un tour de force vocal en la noche alamense.
Un programa vasto y nutrido que arrancó con La mi Leticia infondere para seguir con esa obra maravillosa que es la aria de Jules Massenet “Toute mon âme est là… Pourquoi me réveiller”. Asistimos a un concierto que pone de relieve la madurez artística de Jesús León. Su potencia vocal se entremezcla con una cadencia, con una sabiduría y y un saber estar en el escenario. Ante un programa nutrido y complejo, la sobriedad de una voz que parece comprender cada nota. La voz de Jesús León empieza a entonar otras arias de una belleza palpable: Bizet, Massenet, Puccini; estamos ante la cima artística del tenor sonorense.
La Orquesta Filarmónica bajo la dirección de Toby Purser, también brilla. La música nos hace trasladarnos a otras épocas. Es el turno de Lolita de Buzzi-Pecia. El neoromanticismo como puente para la segunda parte del concierto.
La presencia de la soprano María Li da un encanto extra, la joven sonorense sigue acumulando experiencia en los grandes escenarios y su voz sigue creciendo.
Es hora de las canciones que resuenan en el ethos del auditorio: Edward Elgar, Puccini, Alfonso Guzmán cierran una noche mágica.
