Instituto Sonorense de Cultura

Dice una vieja teoría que en el mundo hay ciudades hermanas. La consolidación de ese lazo de hermandad
puede ser algo arbitrario: alguna sincronía geográfica, algún evento histórico o, alguna tejido cultural. En la
edición 51 del Festival Internacional Cervantino, pudimos ser testigos de la consolidación de uno de esos lazos
de dos ciudades que, en teoría, no tienen mucho en común, pero que a través de las historias de sus jóvenes,
podemos encontrar esa hermandad: Empalme y Nueva Orleans.
18 jóvenes bailan y se preparan en el escenario. Su espectáculo es bellísimo en su manufactura pero lo es más
en ese sentido casi espiritual que da la danza y el movimiento: A ritmo de jazz, con sonidos afros pero también
con ese acordeón tan norteño-sonorense, específicamente-, la fusión musical entre Empalme y Nueva Orleans
se va desdoblando sobre sí misma.
Es el semillero de Empalme dirigido por la maestra tallerista Yarazeth Pérez Michel y sus 10 alumnos. Creado
en 2019 como parte de un programa federal, el Semillero de Empalme ya ha dado sus frutos: construir
comunidad a través del arte; transformar la realidad de sus jóvenes con el quehacer artístico como epicentro.
“El semillero le ha servido a los jóvenes como un camino diferente, como una alternativa, el objetivo del
semillero es que los jóvenes vean que hay diferentes caminos, y la danza es uno de ellos. Hemos tenido
muchas experiencias, hemos estado en el Auditorio Nacional, en la Feria del Libro de Colombia, ahora en el
Cervantino y queremos que estos chicos se conviertan en promotores culturales para las generaciones que
vienen”, señala Pérez Michel.
El espectáculo que se presentó en el FIC, en la que tuvieron colaboración con jóvenes de Nueva Orleans sirve
como epítome de la riqueza artística y su poder de transformación. A intervalos, el movimiento y la danza se
detiene; los ritmos y ruidos de ambas regiones paran para escuchar los testimonios de los jóvenes: historias
intimistas, reflexiones y anécdotas personales que reflejan la valía de estos proyectos. La cultura es la célula de
la transformación.