Si el arte y la cultura no sale de sus recintos, corre el riesgo de convertirse en un ente moribundo, en un fantasma que lo aleja de su dimensión social. Por eso, el Museo de Arte de Sonora (MUSAS) inició su Primera Exposición itinerante “Acervo de obras MUSAS 2022” que llevará las obras artísticas que tiene a su resguardo a espacios históricamente olvidados y a poblaciones vulnerables.
El programa, impulsado por la directora general del Instituto Sonorense de Cultura, Beatriz Aldaco, y la directora de MUSAS, Maricela Moreno, tuvo su primer encuentro con la comunidad de niños que viven en la Casa Hogar UNACARI del DIF, una exposición itinerante que encierra un precioso peso simbólico y que sirve, de forma paralela, como una declaración de intensiones con los nuevos paradigmas propuestos por la transformación que se está viviendo en Sonora y en México.
Con decenas de pequeños, las obras presentadas son como ventanas de otros universos, llenas de colores, de imaginaciones, de geometrías que permiten soñar. Porque la exposición itinerante no se limitó a presentar las obras, sino al fomento al quehacer artístico y creativo de las y los pequeños: Abejitas, soles, perros, trazos cargados de creatividad se hicieron.
Porque esa es la función de la cultura: El ir sembrando semillas, ideas, sensaciones, pensamientos para lograr una verdadera transformación social. He ahí la importancia de exposiciones itinerantes, de territorializar y democratizar la cultura.
