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Voltear al pasado para construir el futuro en la FILAH


Ciudad de México; a 11 de octubre de 2023.- En la novela inabarcable y extrañísima que es El
diccionario jázaro de Milorad Pavic se escriben líneas que parecen una profecía apocalíptica: los
pueblos que no se escriben, corren el riesgo de caer en el mundo del olvido. Eso puede ser
aplicable a decenas de pueblos alrededor del mundo y de México. En primera instancia el proceso
colonialista que categorizó a los pueblos originarios y los marginó y posteriormente un proyecto de
estado que sólo los exotizó en la praxis política. Se escribía de ellos desde una perspectiva
occidentalcéntrica, desde unos valores de un mestizaje extraño. Se habla de la otredad pero
siempre desde una estructura de poder que se apropia de la voz de los pueblos.
Por fortuna, los tiempos parecen ir transformándose globalmente y se ha empezado a
problematizar estas prácticas en pos de, ahora sí, darles voz a los propios miembros de los
pueblos a que sean ellos quienes cuenten su historia. Entonces, tenemos que hablar de Los
comca’ac. Una historia narrativa I, II, III y IV de Alberto Mellado que se presentó en el marco de la
Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.
Es complejo aglutinar la historia de un pueblo con tanto pasado. Alberto, en alguna de sus
intervenciones, explicaba que escribir esta tetralogía fue como ir juntando pedazos de una vasija
fragmentada en las arenas del desierto. Aunque bien podría referirse a las arenas del tiempo. Sirva
esa imagen para ir acompletando un rompecabezas, que en palabras del propio autor, aún está
incompleto. Los comca’ac −que significa gente en su propia lengua−. Los seris, su nombre más
conocido, que contiene una polisemia que va de el “va de prisa” en ópata a “los que vienen de la
arena” en yaqui. Lo cierto es que la nación Comca’ac ha tenido un devenir tempestuoso: de la
persecución a las inclemencias de la naturaleza, de su lucha por su territorio a las historias que se
han convertido en relatos fantasmales, del olvido a la exotización. Los comca’ac. Una historia
narrativa es un ejercicio laberíntico de contarse, de rescatar su pasado para construir su futuro.
Previo a la presentación de la tetralogía, también se presentó una obra de igual calado de
extensión: La saga de la cultura sonorense del periodista y escritor Carlos Moncada. Fiel a su estilo
y con la mordacidad y rigor documental que ha caracterizado la obra de Moncada, la Saga es una
obra titánica que recorre los intrincados sucesos que han construido el panorama actual de la

cultura sonorense. Lleno de erudismos, de nombres, de actores culturales, artísticos y políticos, La
saga de la cultura sonorense reflexiona sobre esas historias que fueron armando nuestro presente.
La lectura es amena y se sale del molde de este tipo de ejercicios, con recursos literarios aligera la
historia y nos contextualiza los recovecos de la cultura sonorense,
Así terminó el quinto día de actividades de Sonora en la FILAH.