Ciudad de México; a 9 de octubre de 2023.- ¿En qué pensamos cuando pensamos en Sonora? La
respuesta más común podría ser la carne asada. El desierto. La frontera. Esos estereotipos
funcionan como una especie de sinécdoque pero sería injusto quedarnos ahí. Como todo
estereotipo, hay prejuicios muy marcados. Sonora, pese a que después José Vasconcelos matizó
su frase tan tajante (aquella de la carne asada y la cultura), carga con ese estigma.
La realidad es que hablar de Sonora es dejarse llevar a una región multicultural, emergente,
potente, llena de historia, identidad, tradición; sí, pero también de vanguardia artística, de
creatividad, de una escena cultural, intelectual, artística y académica revitalizante.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, la gastronomía y
literatura sonorense han sido puntos de encuentro sin igual. Los stands de las diversas
dependencias y asociaciones – del Instituto Sonorense de Cultura al Centro de Investigación de
Alimentos y Desarrollo, o del Colegio de Sonora a la Universidad de Sonora- han tenido un éxito
sin parangón con los paseantes de la FILAH. La literatura, la investigación y las artes sonorenses
han encontrado un público ávido de conocer qué está ocurriendo en la entidad del noroeste
mexicano. No es para más: Sonora, desde ese punto mitológico que se lee en la obra de Roberto
Bolaño como un destino casi esotérico a la poesía de Abigael Bojórquez; de la voz bellísima de
Arturo Chacón a ese hip hop lúdico de Simpson ahuevo, Sonora ha ido ganando peso en el
panorama nacional.
Tampoco pasa desapercibida su gastronomía. En la centro cultural, artístico y gastronómico de
México -la CDMX como receptáculo- la comida sonorense ha causado furor. Y es que la comida es
una de las formas más ancestrales de transmisión del saber: en las tortillas de agua-o sobaqueras
pa’ los compas- está inscrito una larguísima herencia de saberes. En ese misticismo que encierran
las coyotas, se engloba la identidad sonorense, también en sus caldos de queso, su menudo, su
asado.
Eso es la Sonora en la FILAH: un viaje a nuestra cultura.
