La noche del miércoles, el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura se convirtió en un espacio inamovible del tiempo: La Orquesta Filarmónica de Sonora del Instituto de Cultura de Sonora cautivó con un concierto tan bello como inolvidable.
Hermosillo, Sonora; a 19 de abril de 2023.- El erudito y filósofo de la música Francois-Joseph Fétis solía decir en sus textos que la música era el espíritu de su época. Y que la historia de ese período iba inscrita en la producción musical que se hacía en ese lapso. Es decir: la música se convertía en la biógrafa de la humanidad. Así, podemos entender, comprender, analizar y matizar las obras musicales y encontrar esos hilos, invisibles quizás a primera vista, esos lenguajes que reflejan la evolución de la humanidad.
Para el público cautivo y fiel que llena las noches de concierto de la Orquesta Filarmónica de Sonora, dirigida por el maestro Héctor Acosta, esto ya no es novedad. Cada presentación, cada obra, cada nota tocada por ellos es un pequeño portal histórico que nos atraviesa e hipnotiza por el oído pero que se siente en el alma. Así que este concierto vuelve a ser una oda y un homenaje a tres maestros icónicos: Wolfgang A. Mozart, Ludwig van Beethoven y Joseph Haydn. Tres mentes sin las cuales, nuestra comprensión de la música sería muy distinta. También, tenemos una particularidad para la noche: se cuenta con la presencia del director invitado José Alarcón Ruiz, originario de la Ciudad de México y que lleva una meteórica carrera en el mundo de la dirección orquestal.
Así que ahí estamos, nuevamente, en ese espacio que es el Teatro de la Ciudad, a merced de la belleza que concierto tras concierto, la OFS nos regala con su espectacular ejecución. Obertura de la ópera Cosí Fan Tutte. Heredera legítima de una de las tantas historias del Decamerón de Bocaccio, este drama ligero con tintes cómicos, nos lleva a una historia de enredos amorosos, a hurgar en la cotidianidad del amor, de las relaciones humanas. Tocada con esa belleza lúdica que es capaz de imprimir la OFS.
Sigue la Obertura Coriolano de otro genio incombustible: Ludwig von Beethoven. Contrario a la ligereza de la primera obra, Beethoven es el arquitecto de una obra cargada de epicidad, de ahí lo tormentoso de la obertura. Dedicada al poeta Joseph von Collins, pronto la música va adentrándose en un descenso sin destino.
La última obra del programa es para Haydn. El tercero de esta criatura mitológica que se ha aparecido gracias a la interpretación de la Orquesta. Sinfonía no. 104 en Re mayor es una de las últimas piezas del compositor austríaco. Es un tour de force y ejemplifica a la perfección su acercamiento -debido a los viajes que tuvo por Inglaterra- al período que el estudioso Charles Rosen denomina como popular, su acercamiento a la música tradicional.
Tenemos que volver al inicio del texto para retomar lo que decía Fétis: La música es la biógrafa de la humanidad. La OFS es la pluma de la biógrafa.
