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Tres voces para viajar al futuro


 

Álamos, Sonora; a 22 de enero de 2024.- El concierto de la cuarta noche de gala del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2024 inició con una melodía sutil, atmosférica, que evoca un instante efímero: La noche de las estrellas de Claude Debussy. Las manos del pianista Héctor Acosta da pie a la voz de Luz Divina Mejía. Un fascinante diálogo entre el piano y la voz de la soprano de la Universidad de Sonora, se apodera del escenario. Una noche de estrellas. Estamos ante una paradoja. No hay nada más humano que voltear al cielo a ver las estrellas, sabiendo que esos puntos brillos y, a veces, esquivos, es observar al pasado, al inicio de los tiempos, quizás. Y no es sólo una frase que bordea la figura poética, sino que se trata de una realidad. La paradoja, entonces, de este concierto, es que bajo el cielo estrellado que contiene un pasado antediluviano, en el Palacio Municipal de Álamos, vemos estrellas que apuntan al futuro.

Las voces de las sopranos Luz Divina Mejía, Paula Pavlovic y el tenor Antón Palacios anuncian y profetizan un futuro brillante. Emanados de la Universidad de Sonora, los tres jóvenes artistas van soltando el nerviosismo para echar a volar la voz en elípticas que encuentran su eco en el auditorio. Amorosi miei gierni de Donaudy, Aprile de Paolo Tosti sirven como introducción a un programa académico en su primera parte.

Las arias del Romeo y Julieta de Gounod se intercalan con Turandot de Puccini, Lakmé de Delibes o Die Fladernaus, en solo, dueto o trío, la música fluye y se le añade un elemento de vital importancia: la teatralidad y el dominio del espacio escénico por parte de los tres artistas. Cima de ésto que se menciona es el performance de ‘L’elisir de amore’ de Donizetti que nos trae unos momentos cándidos y lúdicos, con un Antón Palacios interpretando esa figura dipsómana y casi crooner de esa obra icónica.

La segunda parte del concierto es el turno del alma latina: las zarzuelas de Pablo Luna encontraron un bello depositario en las voces juveniles. El final del concierto es para “Bésame mucho” de la gran Consuelo Velásquez. Las tres voces se entremezclan y se complementan y ofrecen un punto final a un concierto vibrante.

Hemos asistido a una noche de estrellas