• Instituto Sonorense de Cultura

  • 01 (662) 212 6570 y 01 (662) 212 6572
  • direccion@isc.gob.mx

El mundo de Sá


Día 5
Toca a ir a Navojoa. Pasamos tierras de sembradío. Estamos en el Valle del Yaqui, punto vital y
desarrollista de la emergente economía sonorense. Hay un silencio extraño, una nostalgia
palpable. El estar de viaje fuera de todos aquellas personas -e incluso objetos- que nos rodean en
nuestra rutina del día a día, activan esa sensación de vacío. Pienso en la protagonista de
“Cangrejo y yo” y su encuentro con su propia mortalidad. Pienso en José María de Barahona y el
rompimiento que tuvo con su realidad. Pienso en Eufemio Palomero y su lucha por preservar su
lenguaje. Pienso en Malena y su odisea por encontrar a su amado. Pienso. Y me pregunto ¿cuál
es el sentido en todo esto?. ¿Cuál es el objetivo en todo este fractal de experiencias, que nacen de
un subjetivismo radical y al que le llamamos humanidad? ¿Cuál es el sentido?
Las vidas que no fueron y las vidas que serán
“La historia de Sá. El hombre con la montaña en el sombrero y mariposas en los zapatos”, a cargo
de la compañía La Quinta Teatro, de la Ciudad de México, creada y dirigida por Carolina Pimentel
y protagonizada por Salomón Santiago, recreó en el escenario el último periodo de vida de un
hombre que a sus 68 años se enfrenta al anuncio de su jubilación.
Entendemos pues que, muchas veces, la jubilación puede ser una especie de muerte burocrática.
Deseada por años y luego, el vértigo del vacío. Sá, un constructor de puentes durante su vida
laboral, ahora en el exilio del jubilado se encuentra con una soledad que genera ansiedad, que
aliena, que deprime.
Por ello, se pone a hurgar entre sus memorias, a evocar y hurgar en su pasado y de ese ejercicio
narrativo se van apersonando personajes inanimados que lo llevan a otras aventuras. El sentido de
la muerte y de la vida, siempre presentes en el relato, se resuelven con una puesta en escena tan

imaginativa como cálida.  Con apoyo de un títere de madera, una máscara y diversos objetos, el
personaje de Sá habla de cerca con la muerte y se cuestiona cuál es el sentido de su permanencia
en este mundo.