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Juventud, divino tesoro


 

La Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora del Instituto Sonorense de Cultura ofreció un concierto de gran alcance en su cierre de temporada en la Casa de la Cultura

Hermosillo, Sonora; a 28 de junio de 2023.- Witold Gombrowicz construyó buena parte de su obra en torno a un fenómeno que lo intrigaba de forma pasional: la juventud. En su etapa argentina (ese exilio forzado por el estallido de la Segunda Guerra Mundial), Gombrowicz empezó a deshacer las fronteras de los géneros literarios y a transformarlos en una escritura paródica pero muy profunda, sin dejar de lado su fijación con la juventud. Entonces ideó complejos dispositivos narratológicos para explorar su visión: los jóvenes llevaban la paradoja iniciática de la humanidad: anclados en el presente llevaban inherentes la inocencia del futuro.

Sirva esta introducción para relatar lo visto ayer en el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura. La Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora, perteneciente al Instituto Sonorense de Cultura (ISC) llevó a cabo su concierto de cierre de temporada. La agrupación dirigida por el maestro Omar Nava nos llevó de la mano a un recorrido auditivo bello y sutil, un laberinto histórico que nos va mostrando la evolución musical de los jóvenes de la Ojusson. De Vivaldi, con el que arranca el concierto con la pieza “Concierto para violín y orquesta en A menor Op3 No.6”, que contó con el protagonismo de Jesús María Moreno, al Romeo y Julieta de Tchaikovsky, entramado musical lleno de pasiones y emociones. De esa maravilla que son las piezas rurales y folclóricas de Béla Bartók, música zíngara, vibrante y brillante, a “Flora”, de la suite Terra, compuesta por la sonorense Nubia Jaime- Donjuan. Composición, que también podríamos hermanar con su aspecto folclórico pero mucho más cercana a nuestra identidad sonorense.

Si hace unas semanas asistimos a un concierto destinado a la cultura popular, aquí asistimos a un concierto de un mayor poso académico, que nos sirve para escuchar la versatilidad de los jóvenes de la Orquesta Juvenil. Recordamos lo que escribía Gombrowicz de los jóvenes: son ellos el futuro y llevan ese peso sin mayor esfuerzo. Somos testigos de las historias de jóvenes músicos que luego veremos en grandes escenarios. Vamos viendo, también, el desenvolvimiento de los jóvenes, ahora ya fusionados con sus instrumentos y la creación de su propia gestualidad.

El concierto va subiendo de intensidad, los instrumentos se van soltando y hay una mayor sutileza con el paso del tiempo. Ha concluido su temporada y la sensación que ronda la noche hermosillense es la de poner los ojos la Orquesta Juvenil Sinfónica de Sonora.