Hay pocas certidumbres en esta vida. Una de ellas es ese axioma que reza que no se debe prestar un libro porque no regresará. Y es que el ejercicio de la lectura es complejo y a menudo va ligado con esa pulsión de querer atesorar los libros que leímos. Por eso, el donar libros al gran público se convierte en una muestra bellísima de generosidad.
El día de hoy, en Ciudad Obregón se llevó a cabo un hecho histórico: la donación de más de 4 mil libros del acervo de la “Biblioteca Cultura Sonora” del periodista sonorense Carlos Moncada Ochoa a la Biblioteca Municipal “Jesús Corral Ruíz”.
Como su propia obra periodística, literaria y ensayística, no hay nada azaroso en las acciones de Carlos Moncada: la elección del destino de ésta donación le pertenece a la Biblioteca de su ciudad natal, que fue creada por su amigo Ramón Íñiguez, a quien le dirigió unas bellas palabras.
La directora general del Instituto Sonorense de Cultura (ISC), Beatriz Aldaco Encinas, hizo un recorrido resumido sobre la iniciativa de la Biblioteca Cultura Sonora y la magnitud de esta donación.
“Estamos ante un hecho histórico, porque, que una persona de la sociedad civil se aboque a convocar que se donen libros sobre Sonora es un gran logro. Tuvo apoyos de amigos y diversas personas, pero es su idea, su iniciativa, en un período corto de tiempo logró conseguir que la gente donara, podemos decir con toda seguridad que la Biblioteca Municipal “Jesús Corral Ruíz” tiene el acervo más importante de libros de Sonora y sobre Sonora. Es muy significativo que la decisión del licenciado Moncada haya sido donar esta biblioteca al lugar donde él nació. Es un ciclo hermoso, poético. También lo que demuestra este acto es generosidad, es un acto de hacer el bien cultural, tangible, palpable, como lo es donar los libros”, expresó la titular del ISC.
Por su parte, Carlos Moncada Ochoa, señaló que esta iniciativa seguirá y no se detendrá, y con su clásico humor, nos citó a vernos en 50 años para hacer un recuento de cuántos libros más se agregaron, aunque sea como fantasmas.
“Esta biblioteca no se detiene hoy, no se debe detener nunca, será responsabilidad de ustedes de conseguir más libros para que un día tengamos en Ciudad Obregón la primera biblioteca formada por los propios hijos del estado. Yo puse especial interés en que fuera aquí, sentía que no había dado nada a mi pueblo, no entrego los libros así como así, me duele separarse de ellos, algún día, aunque no conozca los nombres de ustedes averiguaré si han venido, si se han enamorado de los libros, porque ese es el chiste: enamorarse de los libros”, expresó Carlos Moncada.
