Ángeles (caídos) en este 14 de febrero
Del 14 de febrero se pueden decir muchas cosas: es una fecha absolutamente polarizante. Por un lado, una celebración del amor y la amistad, el fulgor de los enamorados que se dan algún detalle-chocolates, rosas- y donde en síntesis, se ve la vida con los lentes rosas. Por el otro lado, está esa visión del día un tanto más pesimista: esta realización de que se trata de un día entregado a las lógicas capitalistas y mercantilistas. Lo cierto, es que a nadie deja indiferente y casi todos, salimos, ya sea por voluntad propia o por rechazo al día.
Ahora, dentro de la configuración de la cita perfecta-sea con la pareja, sea con amigos, sea con familia-, este 2023 se ha sumado una opción que tiene esa virtud romántica y cierto glamour cosmopolita: Una cita con cine al aire libre en el Museo de Arte de Sonora (MUSAS). Como si estuviéramos en una película de Truffaut paseando en los pasillos, o si fuéramos personajes de Allen en el MoMa neoyorquino con ese erudismo nervioso y pretencioso. Pero qué oportunidad es invitar a nuestro(s) ser(es) querido(s)a una cita a MUSAS a ir a ver una película tan bella en su manufactura como triste en su desarrollo como lo es “Fallen Angels” del director hongkonés WongKar Wai.
Maestro del desamor (autor de la que para muchos es la película más bella, en estética, como lo es “In the mood for love”), “Fallen Angels” es su película más rebelde. La noche cae y el estilo y la estética tan clave de su autor va llegando. La cámara subjetiva, caótica pero siempre bella, nos mete en las calles del mundo subterráneo de ese Hong Kong, lleno de neón, de luces incandescentes, de jóvenes superados por el peso de su soledad. Y el amor, como un horizonte lejano. El frío arrecia. Pero la noche tiene esa electricidad cursi de cada 14 de febrero.
