Álamos, Sonora, 26 de enero de 2023.- La inspiración divina a lo largo de los siglos ha sido una constante en el mundo de la música, por lo que siendo el templo de la Purísima Concepción de Álamos uno de los escenarios del Festival Alfonso Ortiz Tirado, el género más cercano a la divinidad no podía faltar en este espacio.
Así, con un concierto de música sacra, las sopranos Cesia Moroyoki y Valeria Quijada, así como la mezzosoprano Eloísa Molina, el tenor Ernesto Ochoa y el barítono Pavel Willys acompañados al piano por el maestro Tadeo Villa Señor y en el clavecín por Roberto Galván; ofrecieron un exquisito concierto de música sacra para quienes se dieron cita en la centenaria iglesia del corazón de Álamos.
En conjunto, las cinco grandes voces abrieron con una elegante ejecución del Ave María de Jacob Arcadelt, pieza que sirvió de preámbulo a Laudamus te, pieza magnífica del barroco cuya autoría corresponde a Vivaldi, y las dos sopranos hicieron suya de forma magistral.
La gala en el templo fue digna de alabanza, siendo en sí misma una alabanza de antiguos maestros que llega a nuestros días gracias a la tradición musical que no distingue en la actualidad fuentes de inspiración y se limita a reconocer lo hermoso del ingenio humano.
De esta forma, el barroco se mantuvo en el repertorio, pues tras otras piezas se dio paso al Mesías, inspiración del inglés Georg Friedrich Händel, quien tomó las palabras del texto bíblico de Isaías para componer esta magnífica pieza que, tras 282 años de su composición, sigue vigente en los conciertos del siglo XXI.
De esta forma siguió el repertorio hasta llegar a su culminación con un fragmento de una de las óperas más populares de todos los tiempos el Ave María de la Cavalleria rusticana, obra del taliano Pietro Mascagni en la que las cinco voces volvieron a robar el aplauso de la audiencia.
