• Instituto Sonorense de Cultura

  • 01 (662) 212 6570 y 01 (662) 212 6572
  • direccion@isc.gob.mx

Coreografías de la vida: Inauguran el ciclo “Cuerpos migrantes” en Cineteca Sonora


Hermosillo, Sonora; a 9 de noviembre del 2022.- El cuerpo narra. El cuerpo expresa. El cuerpo cuenta. Nuestros cuerpos tienen su propio lenguaje. Y todos, tienen la capacidad de expresión. Bajo esta premisa se inauguró en la Cineteca Sonora el ciclo de cine “Cuerpos migrantes”, que estará proyectándose hasta el domingo 13 de noviembre de manera gratuita a las 20:00 horas.

“Cuerpos migrantes” es una iniciativa de Danza UNAM, donde se narran historias de vida a lo largo y ancho de México, de personas específicas que resisten y combaten, luchan y cambian a la sociedad. Pero hay una particularidad que quizás lo hace ser distinto a todos los trabajos audiovisuales que se exhiben: se trata de un ‘coreodocumental’, es decir, la mirada está puesta en la corporeidad del protagonista, en cómo su cuerpo va contando y dictando su experiencia. Es a través de la sutileza de la gestualidad y la movilidad de ellas, que nos damos una idea de su dolor, de sus alegrías, sus pulsiones. Ese lenguaje subyacente, a menudo escondido, que es el cuerpo.

Evoé Sotelo, directora de Danza UNAM y artífice de “Cuerpos Migrantes”, señaló que es un proyecto que se planteó a partir de una perspectiva, de la idea de hacer un ‘coreodocumental’, una propuesta que intenta acercarse a las historias de vida y encontrar cómo esas historias reflejan múltiples procesos migratorios, no sólo geográficos,  sino emocionales, psicológicos, de género. Ese cuerpo se expresa de una forma, tiene una gestualidad, movilidad distinta. La intención de hacer un documental desde la mirada de quien interpreta la expresividad del cuerpo, Nuestros cuerpos expresan nuestra itinerancia que hemos ido recorriendo. Es un registro de lo vivido. El proyecto surge desde Danza UNAM para movilizar el pensamiento desde la propia disciplina, decolonizar a la propia disciplina de ese pensamiento arcaico y democratizar el cuerpo. Todos los cuerpos hablan, todos los cuerpos expresan, es democratizar el cuerpo. El cuerpo como territorialidad desde la que experimentamos la vida”, explicó.

El ciclo proyectó dos historias: Cecilia Patricia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora y Natalia Serna “La muna”, música americo-colombiana que radica en Hermosillo y que ha convertido su casa en un refugio para las personas migrantes.

La historia de Cecilia es desgarradora. La cámara sigue su movimiento, sus gestos, su caminar: un testamento del dolor pero también de la resistencia, de negarse a quedarse sin la esperanza. La seguimos por su andar en los páramos desérticos de Sonora, es esa búsqueda siniestra y mórbida, en sus maratónicas caminatas buscando indicios. Después la vemos desde Ciudad de México, amarrada a esa ‘jaula de oro’ (como ella la describe) que la obligaron a estar después de que recibió amenazas de muerte. Más allá de lo que ella nos cuenta, es en sus ojos, su rostro ajado, sus movimientos corporales los que denotan una frustración y un enojo. “Estoy muerta en vida” confiesa, mientas su rostro se inclina lentamente a la izquierda. Sentimos su dolor a través de sus gestos. Sus palabras nos narra pero es su cuerpo el que nos muestra el interior de su alma.

La historia de “La muna”, nos cuenta un viaje -geográfico y emocional-. La migración, la búsqueda de algo que sabemos que está ahí. Egresada de la Universidad de Chicago, Natalia supo que su vida no estaba ahí. Hay una declaración ahí: “Soy muy blanca para ser colombiana, muy latina para ser gringa, no soy mexicana pero me siento feliz”, cuenta Natalia con una sonrisa. Su viaje la ha traído a Hermosillo, donde se ha entregado a apoyar a las personas migrantes, a todas esas personas que se han visto forzadas a dejar su tierra por un futuro.

Eso es “Cuerpos migrantes”, un mural de historias que vale la pena experimentar.