Por Raúl Amador
En la noche inaugural del Festival Alfonso Ortiz Tirado, Álamos 2022, el tenor mexicano Fernando De la Mora llevó la emoción al límite acompañado por la Orquesta Filarmónica de Sonora (OFS), bajo la batuta del maestro Héctor Acosta. Antes de iniciar, la familia del músico y maestro, Fernando Ulises Palma (1959-2019), recibió el Reconocimiento al Mérito Artístico y Académico por la notable trayectoria del maestro, y el tenor Ernesto Ochoa fue galardonado como Talento Joven en Canto Operístico 2022.
El recital inició con la obertura de Die Fledermaus de Johann Strauss Hijo, como preámbulo para escuchar de nuevo en este foro la voz del tenor con temas que lo han acompañado a lo largo de su carrera. Nos transportamos a la bella ciudad de Nápoles con canciones como Torna a Surriento, Non ti Scordar di me, Parlami d’amore Mariu y cerró esta parte del recital con la tradicional Funiculi, Funicula del maestro Denza.
En homenaje al tenor Alfonso Ortiz Tirado, quien fue de los primeros en interpretar canciones que hoy son parte del repertorio popular, De La Mora cantó Te quiero dijiste, Cuando vuelva a tu lado, y Júrame, de la célebre compositora María Grever, así como la infaltable Bésame Mucho de otra gran compositora, Consuelito Velázquez.
Para iniciar la segunda parte del recital, la OFS nos regaló el Huapango del maestro José Pablo Moncayo, para recibir de nuevo al tenor con el mismo entusiasmo, quien interpretó temas como No sé tú y Como yo te amé de Armando Manzanero, a los que se le unieron Bonita, ¿Quién será?, Hay que saber perder y Amor eterno, de Alberto Aguilera, conocido por su nombre artístico como Juan Gabriel.
El programa concluyó con Granada, la joya de la corona de Agustín Lara, pieza interpretada con gran garbo; el público de pie pidió encore, que el cantante supo complacer con el estreno de un popurrí de música mexicana, con temas típicos de varios estados de la república, entre ellos la emblemática canción de Sonora Querida.
Con la emoción al tope, Fernando De la Mora cantó México, Lindo y Querido, con el acompañamiento magistral de la Filarmónica de Sonora.
