“Si con este tipo de eventos, logramos que los niños se inclinen hacia la cultura y las artes, habremos logrado nuestro objetivo”, expresó Mario Welfo Álvarez Beltrán, director general del Instituto Sonorense de Cultura durante la ceremonia inaugural del Festival Luna de Montaña.
Acompañado por Jesús Armando Loreto Ortiz, alcalde de Huachinera y Ernesto “Jess” Dávila, director del CACH, ante el público reunido en la plaza del pueblo, inició la décima segunda edición del festival de la alta sierra sonorense, donde la luna, el arte y la cultura son pretexto para reunirnos.
Huachinera olor a leña, horizonte repleto de árboles, pan con mermelada de durazno. Huachinera fiesta de luna, luna cascarón de huevo, luna de queso cocido. Huachinera en un café, en una canción viejita bailable en la plaza, en un abrazo frío de octubre. Huachinera luna arriba: abajo, todo transcurre, todo pasa.
Como esce
nario, tenemos al templo San Ignacio Loyola. De fondo, mientras la gente se ocupa en comer churros con canela y cocteles de elote, para acurrucarse lueg
o en un abrazo o en una chamarra, se escucha a Wind Sax, cuarteto de saxofones; luego a la rondalla de la Universidad de la Sierra, de Moctezuma; y a Los Hijos de Frank, grupo fusión de rock, balada y country. Aquí se baila, ¿cuál frío?
En la plaza municipal, niños y niñas forman dos largas filas: la primera, es organizada por el Dr. Julio Saucedo, astrónomo de la Universidad de Sonora, quien invita a viajar años luz, a través de la lente de un telescopio, para ver los an
illos de Saturno; la otra, es para observar, de dos en dos, a través de un baúl oscuro: dentro está la historia en teatro de sombras de La hormiga y el Rey Salomón, de Jaime Florentino, quien del otro lado de la caja, manipula pequeños títeres que avanzan por el desierto.
Allá arriba
del pueblo, en el Centro Artístico y Cultural de Huachinera (CACH), se inauguró una basta exposición que unió a artistas de varias latitudes de Sonora: en la obra dispuesta, hay catrinas, chinitas poblanas, paisajes, sandías, mujeres en hamacas, so
mbrillas, carniceros; son decenas de linografías, pasteles, óleos y esculturas en una exposición colectiv
a de la Asociación Sonorense de Artistas Plásticos (ASAP) y de la artista plástica María Fernanda Zúñiga Martínez.
En el CACH, también el teatro
es: en el escenario con techo de estrellas, vemos la propuesta escénica de La Comuna Farándula Teatro, de Caborca, a la par del ascenso de la luna. En las calles, la fiesta sigue y es un circo, una feria, un baile. ¿Bailamos?
La invitación sigue abierta: consulta el programa general del XXI Festival Luna de Montaña en Huachinera, Sonora, en isc.gob.mx. Síguenos en redes sociales como @iscsonora (Por Astrid Arellano, ISC)
Acompañado por Jesús Armando Loreto Ortiz, alcalde de Huachinera y Ernesto “Jess” Dávila, director del CACH, ante el público reunido en la plaza del pueblo, inició la décima segunda edición del festival de la alta sierra sonorense, donde la luna, el arte y la cultura son pretexto para reunirnos.
Huachinera olor a leña, horizonte repleto de árboles, pan con mermelada de durazno. Huachinera fiesta de luna, luna cascarón de huevo, luna de queso cocido. Huachinera en un café, en una canción viejita bailable en la plaza, en un abrazo frío de octubre. Huachinera luna arriba: abajo, todo transcurre, todo pasa.
Como esce
nario, tenemos al templo San Ignacio Loyola. De fondo, mientras la gente se ocupa en comer churros con canela y cocteles de elote, para acurrucarse luego en un abrazo o en una chamarra, se escucha a Wind Sax, cuarteto de saxofones; luego a la rondalla de la Universidad de la Sierra, de Moctezuma; y a Los Hijos de Frank, grupo fusión de rock, balada y country. Aquí se baila, ¿cuál frío?
En la plaza municipal, niños y niñas forman dos largas filas: la primera, es organizada por el Dr. Julio Saucedo, astrónomo de la Universidad de Sonora, quien invita a viajar años luz, a través de la lente de un telescopio, para ver los an
illos de Saturno; la otra, es para observar, de dos en dos, a través de un baúl oscuro: dentro está la historia en teatro de sombras de La hormiga y el Rey Salomón, de Jaime Florentino, quien del otro lado de la caja, manipula pequeños títeres que avanzan por el desierto.
Allá arriba
del pueblo, en el Centro Artístico y Cultural de Huachinera (CACH), se inauguró una basta exposición que unió a artistas de varias latitudes de Sonora: en la obra dispuesta, hay catrinas, chinitas poblanas, paisajes, sandías, mujeres en hamacas, sombrillas, carniceros; son decenas de linografías, pasteles, óleos y esculturas en una exposición colectiv
a de la Asociación Sonorense de Artistas Plásticos (ASAP) y de la artista plástica María Fernanda Zúñiga Martínez.
En el CACH, también el teatro
es: en el escenario con techo de estrellas, vemos la propuesta escénica de La Comuna Farándula Teatro, de Caborca, a la par del ascenso de la luna. En las calles, la fiesta sigue y es un circo, una feria, un baile. ¿Bailamos?La invitación sigue abierta: consulta el programa general del XXI Festival Luna de Montaña en Huachinera, Sonora, en isc.gob.mx. Síguenos en redes sociales como @iscsonora (Por Astrid Arellano, ISC)
