Boletín ISC No. 329 / 8 de noviembre / 2014: Austeridad, transparencia y buen gobierno
Colaboración especial: Carlos Sánchez
Se analiza el poema. La conversación impera y es respecto de la obra del vate mayor: Abigael Bohórquez.
Todos los días, de lunes a viernes, del 3 al 5 de noviembre, los seguidores de la poesía se dieron cita en la Biblioteca “Bartolomé Delgado de León” de Casa de la Cultura de Sonora, en Hermosillo, para desarrollar el curso taller Abigael Bohórquez: La voluntad irónica.
De la mano del escritor Ramón I. Martínez, y como aportación recíproca por ser beneficiario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora (FECAS), que coordina el Instituto Sonorense de Cultura, los participantes analizaron el contenido en los versos del poeta sonorense.
Ramón I. Martínez estudia desde hace varios años la poesía de Abigael Bohórquez. Conoce el desarrollo, la vitalidad del poema que legó el aeda caborquense.
Respecto del taller y los porqués, aquí una conversación con el tallerista.
–Ramón, comparte más detalles sobre el taller Abigael Bohórquez y La voluntad irónica, por favor.
–El FECAS me becó en el rubro de Investigación artística, disciplina Literatura, para el proyecto de Abigael Bohórquez y La voluntad irónica, el que consiste en analizar el desarrollo de la poética de Abigael a partir de su voluntad de ironizar, y parte del proyecto se basa en retribuirle a la comunidad, además de retribuirle el proyecto en forma de libro.
–¿Cuál es la dinámica del curso?
–Empezamos el lunes con una exposición y análisis, como elemento estructurador de la visión del mundo y de la poética de Abigael. Hablamos de tres etapas dentro de esa poética, según el tipo de voluntad irónica dominante. Una primera etapa que abarca de 1955 y hasta 1970, que incluye los poemarios Ensayos poéticos, Fe de bautismo, Acta de confirmación, Canción de amor y muerte por Rubén Jaramillo y poemas civiles. Esta primera etapa de tres, está caracterizada por la voluntad de asumirse como sujeto histórico que a través de la poesía puede cambiar la injusticia social. Una segunda etapa que abarca de 1970 a 1980, está representada por los poemarios Digo lo que amo, Memoria en Alta Milpa y Desierto mayor. Continúa esa tensión que ya se daba en la primera etapa, entre la voluntad de cambio y la real incidencia que pueda tener la poesía de protestas, y se decanta un poco más en esta etapa, hacia el desencanto.
Y hablamos de una tercera etapa, la final, que va de 1980 y hasta la muerte del poeta en 1995, que abarca los poemarios Poesía en limpio, Abigaeles, Navegación en yoremito y Poesida.
–¿Por qué leer a Bohórquez?
–Porque es un poeta actual, a veinte años de su muerte, es un poeta moderno en cuanto a su concepción del mundo, una concepción crítica, vital, inconformista, que es muy vigente con los problemas que se presentan en la actualidad, incluso su actitud crítica no se limita a lo meramente político o de denuncia social, sino su misma actitud amorosa es crítica de la moral dominante, y en ese sentido Abigael Bohórquez tiene mucho que decirnos a las actuales generaciones.
–¿Es Abigael el mejor poeta de Sonora?
–Es inocente mientras no se demuestre lo contrario.