Boletín ISC No. 137 / 13 de mayo / 2015: Bienestar, crecimiento y desarrollo
Colaboración especial de Carlos Sánchez
Inicia la Muestra Estatal de Teatro 2015, en Hermosillo, Sonora, organizada por el Instituto Sonorense de Cultura. Abre el programa El automóvil gris (basada en la película del mismo nombre y que se filmó en 1919) bajo la dirección de Claudio Valdés Kuri, integrante de la compañía de Teatro De ciertos habitantes.
Claudio afirma que después de doce años de iniciar este montaje, por fin hoy se cumple ese deseo de presentarla en Hermosillo, Sonora.
–¿Qué te provoca el hecho de que se cumpla presentar en Hermosillo El automóvil gris?
–Es muy satisfactorio, como te comentaba, hemos recorrido todas las capitales del país, nos faltaba Hermosillo y obviamente el estado, y como que estaba reservado para lo último lo mejor; me siento muy bien aquí. Todo comenzó con los talleres que empecé a dar. Encontré mucha garra en la gente de aquí. Son talleres interdisciplinarios que no nada más son de teatro, bailarines, escritores, actores, músicos, y encontré una comunidad muy activa y con mucha capacidad expresiva. Entonces digamos que en los talleres que hice que fueron dos hasta ahora, se han podido aprovechar al máximo las herramientas que he implementado porque la gente le entra en serio y traen preparación y voluntad, que es una estupenda conjunción, y ya pudimos traer una obra que fue Todavía siempre al encuentro del año pasado y ahora traemos El automóvil gris.
–¿Porque compartir este conocimiento?, ¿cuál es tu objetivo cuando te invitan a dar un taller y propagar lo que ya conoces en materia de teatro?
–La compañía De ciertos habitantes tiene ya casi dieciocho años, digamos que a los quince años nos dimos cuenta de que ya era tiempo de compartir esto que ya teníamos como un acervo, siento que en todos esos años anteriores en los cuales no dimos talleres, fue porque necesitábamos asentar un conocimiento y ya una vez madurado, era el momento de transmitirlo y de siempre estar, no activo sino actualizado y la mejor manera es compartiendo el conocimiento, no hay la menor duda porque el otro te va a sorprender siempre con lo que trae y el otro va aprender de lo que tú has adquirido, entonces ha sido una conjunción perfecta. Me costó mucho trabajo empezar a dar talleres, me daba miedo de pronto confrontar a un grupo de gente que está esperando algo en específico, pero me di cuenta que tenía mucho que compartir, mucho que enseñar de diversas técnicas porque el grupo ha sido integrado por muchas partes del mundo, y claro, que cada uno ha traído lo suyo pensando que no es una compañía jerárquica, es muy horizontal de tal manera que todo mundo aporta lo que trae, entonces todos se enriquecen. Eso es lo que me considero como maestro, con este bagaje, con muchas herramientas para poder otorgar, si no funciona una cosa pues tengo otras diez más, y ahora el punto más importante es la educación y es donde más estamos enfatizados: en la creación y educación.
–¿Entra ahí esta parte en la que el artista debe asumir también un compromiso social? Porque luego también está en boga esto de que el arte no debe tener ningún compromiso. ¿Cuál es tu pensamiento al respecto?
–Haces bien en preguntarme mi pensamiento, porque creo que todas las posturas son válidas, no podría calificarlas y además tienen que ver con la etapa evolutiva de cada individuo o de cada grupo, pero para mí el teatro sí tiene un sentido social absolutamente, tanto la expresión, es decir, lo que se dice, como la educación, totalmente. Para mí el teatro es una especie de servicio con el cual comunicas algo que le pueda servir al otro, estás trabajando para que el otro saque lo mejor de sí, educar sería eso, no es que uno se lo venga a dar, es que el otro ya lo trae, y uno aporta para que lo pueda sacar. Y en cuanto al discurso me parece esencial lo que dices, no todos los discursos tienen que ser absolutamente comprometidos con un decir, puede haber discursos que van más hacia el entrenamiento del propio artista en su decir, si deben de reflejar eso que consideras importante, necesario, puede ser incluso urgente o puede ser no caduco, de conocimientos no caducos que estás transmitiendo al otro; yo lo veo así sin descalificar otro tipo de expresión.
–Doce años de El automóvil gris, ¿cuál ha sido el aprendizaje’?, supongo que han sido muchas cosas desde el montaje, desde elegir la puesta, todos estos años de travesía, pero tendrás en la mente cosas que te han marcado con esta obra, que pudieras compartirnos.
–Es curioso, El automóvil… es hoy por hoy la producción mexicana más presentada en el mundo, lo que nos ha dado además de gran satisfacción, porque es un proyecto lleno de satisfacciones artísticas pero es sobre todo el conocimiento de las idiosincrasias de los distintos públicos, eso ha sido absolutamente genial. Cómo reacciona cada cultura, cada comunidad a un discurso específico porque el discurso no cambia, aunque lo que hemos hecho con esta película, lo que ha hecho tan exitosa a esta producción de El automóvil gris de Enrique Rosas, en la que están dos actrices al lado de la pantalla haciendo todas las voces de los personajes, porque es una película muda y un pianista, lo que le ha dado más de estas virtudes propias de la película, de la interpretación que sí es muy sorprendente, es que cierto porcentaje del texto lo hacemos en el idioma del país al que vamos, entonces hemos hecho versiones en múltiples idiomas desde la lengua romana, hasta el chino, árabe, otras lenguas, en las cuales las actrices se aprenden un alto porcentaje de las frases que dicen. Pero eso nos ha dado la posibilidad de estar más en empatía con el público y comprender cómo responde cada cultura al fenómeno teatral, desde la formalidad absoluta de los alemanes que están muy acostumbrados y no se mueve una mosca, hasta el público del norte de África que entra y sale, come en la sala, fuma y habla por teléfono y así es su forma de apreciarlo, entonces esa comprensión del otro ha sido fascinante.
–¿Por qué elegir este tema o esta película de cine mudo donde la anécdota es la matanza entre las células de los narcos?
–Todo empezó por un antojo artístico, tendría que admitir, es decir, yo vi la reproducción de este arte narrativo de cine mudo que se llama benche, en Japón, con una señora que es la única que lo mantiene vivo, obviamente no es una persona que venga de esos tiempos pero que estudió con el último benche, así se les llama a estos narradores benches, estudió con el último narrador que es de esa época y ha mantenido la tradición viva interpretando grandes clásicos del cine mudo japonés. Yo vi una interpretación fantástica de esta mujer y quise hacerlo en México, ya tenía en mente El automóvil gris porque lo había visto cuando estudié la carrera de cine y me puse a investigar qué otras películas había. Me di cuenta que la cinematografía mexicana fue importantísima a principios de siglo, de las más bogantes del mundo entero, en tan solo veinte años, de 1900 a 1920, se filmaron aproximadamente cien películas de ficción, es un número altísimo, y pensando en los albores del cine y documentales no se diga cuántos. De esas cien perviven cinco, de esas cinco que estén en condiciones de usarse pues son muy pocas, de hecho hay dos de ellas que estuvieron hechas en Orizaba: El puño de hierro es una de ellas, que no tiene lenguaje, está hecha en 1927 cuando ya se empezaba a hacer cine sonoro, es decir un cine mudo tardío. Pero El automóvil gris no solo porque era de las pocas que sobreviven sino por sus propias virtudes, por su calidad, es una película que originalmente duró tres noches, era posiblemente de seis horas. Y luego en los años 30 el hijo de Enrique Rosas para ponerla en moda la cortó y le puso sonido, yo siempre dije que fue una barbaridad eso que hizo, pero ahora me doy cuenta que ha sobrevivido gracias a eso porque como siguió generando económicamente, fueron manteniendo la película. Todo el resto del cine nacional se perdió porque realmente eran empresas familiares económicamente en el cine que no pudieron sobrevivir, y estas películas que necesitaban ser transferidas de un formato a otro no hubo quien las pudiera transferir. Se habla de que se perdieron a través de la cineteca, y no, ya estaban perdidas desde mucho antes, ya no existían, entonces es un caso curioso el de El automóvil… y es una maravilla la película, de hecho se ve una cantidad de implementos inventados por Enrique Rosas y sus colaboradores, geniales, que un experto sabría denotar que esto no ocurre en el resto del mundo, Enrique Rosas estaba descubriendo cómo se hacia el cine, todo se descubría haciéndolo. La película por sí misma se defendía para ser la elegida, para hacer esta obra interdisciplinaria pero también el contenido es muy actual, en un principio fue posiblemente la primera banda del crimen organizado la del El automóvil gris y ahora es de uso común.