Un sonorense de buena estirpe

Rubén Meneses, una entrevista desde la raíz de su literatura

El autor de Nadie me llame cobarde se suma a la lista de grandes escritores como Abigael Bohórquez y Alonso Vidal, que han sido distinguidos en la Feria del Libro Hermosillo 2015.


Por Alán Aviña

Lo más emocionante es el acercamiento que tienen los niños y los jóvenes a la literatura, dijo entusiasmado Rubén Meneses, un día posterior a su reconocimiento.
Meneses, galardonado en esta edición de la Feria del Libro Hermosillo, es autor de nueve libros —de novela y poesía—, e incansable promotor de la lectura y la literatura. Afirmó, que esta distinción es un reconocimiento a esos sonorenses de buena estirpe que hicieron resonar la literatura.
La raíz de su trabajo se encuentra en su terruño, en la casa festiva llena de música, en el “Juan Rulfo” de Sahuaripa que le hacía desvelarse noches enteras escuchando sus historias. A 21 años de sus inicios, hoy encuentra en este homenaje un estímulo a seguir escribiendo, una esperanza a seguir siendo leído.
A continuación, dejamos una conversación exclusiva con Rubén Meneses, otro sonorense de buena estirpe.

—¿Cómo se siente ese Rubén que inició hace tantos años a escribir, al recibir un homenaje de la talla de otros escritores como Abigael Bohórquez o el maestro Sergio Galindo?
—Por un lado es claro, yo no estoy a la altura de esos escritores que son los grandes reconocidos, no solo en Sonora sino en México. Tengo 21 años de escribir y publicar y en todo este tiempo han sucedido muchas cosas. Pero entiendo también que no se está premiando tanto la labor como escritor, sino la que he desarrollado con los talleres, los encuentros de escritores, las publicaciones. El reconocimiento, como lo dije en el discurso, está dado más hacia la literatura de toda la región, no nada más de Hermosillo.
También es un compromiso fuerte, porque al estar al lado de estos escritores, a uno le exige más. Te prepara más, hace ser más cuidadoso, publicar con cierta conciencia de que puedes ser leído.

Como promotor de la lectura, ¿qué crees que representa la Feria del Libro de Hermosillo en el impulso a nuevos lectores?
—Lo más emocionante es el acercamiento que tienen los niños y los jóvenes a la literatura. Entonces es una oportunidad que escasamente se da. Los niños por regla general no acuden a las librerías porque no los llevan los papás, entonces de pronto este espacio da esa posibilidad de acercarse a los libros, de leerlos, inclusive de ver a los escritores. Ese es el gran logro de la Feria del Libro.

¿Cuáles han sido tus influencias, los personajes que te han inspirado para crear tus historias?
—Por un lado está la raíz. Mi padre era mariachi, entonces en casa había un cierto ambiente festivo. El traje, los ensayos que había en casa, eso marcó mucho.
También había un personaje en mi cuadra, un señor que venía del sur que era un narrador excelente. Nos tenía todas las noches contando las historias de los pueblos de Jalisco. Era como un Juan Rulfo que lo teníamos narrando todas las leyendas. En una ocasión dije que escribo porque jamás podría igualar a ese señor en la forma de narrar oralmente.
En casa, además están las costumbres del pueblo de Sahuaripa. La forma de hablar, las visitas de los tíos. Los vecinos que trabajaban en Estados Unidos en el campo, que llegaban con esas costumbres, esa forma de hablar, el caló y todo esto.
Todas esas personalidades vas adoptando y están marcados en algunos de mis textos.

¿Cómo avizoras el panorama de la literatura en Sonora?
—Ha crecido mucho desde cuando empezamos a escribir. Todas esas reuniones que hay en San Luis, en Cajeme, en Hermosillo y de pronto en otros lugares ha ayudado muchísimo a tener contacto con otras literaturas del centro, y ha impulsado a los buenos escritores de Sonora.
Hay muchos jóvenes que son buenos escritores. Eso es importante y hay más opciones, a diferencia de que cuando solo estaban Gerardo Cornejo y Abigael Bohórquez como plumas de gran calidad.

Para recuadro
“Esta distinción la interpreto como un homenaje a estos sonorenses de buena estirpe: uno Abigael cuando en este año se cumplen los 20 años de su ausencia física, el otro don Edmundo Valadés, en los cien años de su natalicio pues si bien ambos se habían aventurado a caminar lejos, muy claro fueron dejando las marcas de sus pasos … Por igual a don Gerardo Cornejo, Miguel Méndez, Sergio Valenzuela, pues nos mostraron que se podía bien escribir sobre nuestro espacio y costumbres, y con ello hacer la literatura resonante en cualquier otro ámbito".
Rubén Meneses