Nació hace 100 años en una de las calles de nuestro Puerto de Guaymas. Este año festejamos su nacimiento porque fue un escritor sonorense que dejó una gran herencia para los mexicanos: sus libros de cuentos.
Edmundo Valadés nació el 22 de febrero de 1915. Era la época de la Revolución Mexicana. Su abuelo, Adrián Valadés, combatió a los franceses que quisieron invadir a México. Don Adrián vivió en la ciudad de La Paz, Baja California Sur. También era escritor, compuso poesías, rescató leyendas y escribió la historia de Baja California.
El papá de Edmundo Valadés se llamaba Adrián Odilón Valadés y escribió en periódicos durante la Revolución, pues defendía los ideales de Francisco I. Madero. Se casó con una joven de Hermosillo llamada Inés Mendoza y se quedó a vivir en Guaymas, donde nació el pequeño Edmundo.
Pero pasó algo muy triste en su vida. Su mamá Inés falleció cuando él tenía cinco años y su papá se lo llevó a vivir a la Ciudad de México con unas tías. Como no tuvo el amor de su mamá, Edmundo Valadés vivió una infancia un poco triste, pero eso lo hizo convertirse en una persona muy sensible y calmada.
Desde muy chico le gustó mucho leer. Le gustaban las historias de aventuras de Julio Verne y de Alejandro Dumas. La lectura le permitió hacerse bueno para escribir. Cuando estaba en quinto año la profesora puso a los alumnos a hacer una composición sobre la paz. El niño Edmundo Valadés hizo el mejor trabajo y fue muy elogiado. Pero eso no les gustó a sus tías porque pensaban que iba a seguir el camino de su papá, a quien consideraban un poeta bohemio.
La actitud de las tías le extrañó al pequeño Edmundo, pero eso no lo desanimó de seguir escribiendo. Al contrario, encontró un alivio en escribir.
De los 12 a los 16 años escribió poesía, sin embargo, el famoso poeta Xavier Villaurrutia, que era su profesor en la Secundaria Siete de la Ciudad de México, le sugirió que mejor se dedicara a leer con más dedicación y a escribir en prosa.
Cuando se hizo mayor de edad, Edmundo Valadés se fue unos años a Monterrey, donde trabajó como profesor, luego regresó a la Ciudad de México y trabajó como cobrador, vendedor y también profesor.
En 1936 comenzó a escribir en la revista HOY. Escribía reseñas sobre películas, libros y corridas de toros, que entonces eran muy populares. Sus escritos fueron muy leídos y comenzó a hacerse famoso. En 1941 fundó una revista llamada El Cuento, que se dedicaba a eso, a promover el cuento. Ahí aparecieron algunos cuentos suyos.
Durante cinco años publicó esta revista, pero se tuvo que suspender en 1945 a causa de la crisis económica que provocó la Segunda Guerra Mundial. Después comenzó a escribir en otras revistas y en periódicos, entre ellas una que se llamaba México en la cultura. Y también dirigió un programa de radio que se llamó Diario del aire.
Gracias al apoyo de sus compañeros, Edmundo Valadés fue presidente de la Asociación Mexicana de Periodistas de Radio y Televisión y también de la Asociación de Periodistas Cinematográficos de México.
Algunos de sus cuentos y relatos se publicaron en la revista América, donde también publicaron sus primeros cuentos los escritores Juan Rulfo y Rosario Castellanos.
En 1955 publicó su famoso libro de cuentos La muerte tiene permiso, que le hizo ganar mucho reconocimiento. Aunque siguió siendo periodista toda su vida, publicó más de 12 libros, la mayor parte de cuentos.
En 1964 volvió a salir a la luz la revista El Cuento que se mantuvo activa por muchos años. El escritor Juan Rulfo dijo una vez: “A Edmundo Valadés le debo la semilla, la raíz de donde partí para empezar a escribir. Leer la revista El Cuento para nosotros fue algo asombroso: nos abrió unas puertas que desconocíamos”.
Por muchos años publicó artículos en los periódicos Novedades, El Día, Unomasuno y Excelsior. Ganó grandes premios de literatura y periodismo. Murió el 30 de noviembre de 1994, a la edad de 80 años.
Edmundo Valadés tiene permiso, de Omar Raúl Martínez
Libros publicados por Edmundo Valadés
La muerte tiene permiso (1955)
Las dualidades funestas (1966)
El libro de la imaginación (1970)
Los grandes cuentos del siglo XX (1979)
Sólo los sueños y los deseos son inmortales, palomita (1980)
Los cuentos de El Cuento (1981)
23 Cuentos de la Revolución Mexicana (1988)
La picardía amorosa (1988)
Ingenios del humorismo (1988)
Amor, amor y más amor (1989)
Los infiernos terrestres (1989)
Cuentos inolvidables I y II
PREMIOS
Medalla Netzahualcóyotl, de la Sociedad General de Escritores (1978)
Premio Nacional de Periodismo (1981)
Premio Rosario Castellanos (1983)
