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Jazz para todos: Christian Mendoza en Empalme


En el verano el sol se niega a irse temprano, como si fuera un invitado incómodo. La tarde-noche de ayer, ese ocaso interminable-y de una belleza arrebatadora, uno de los regalos de la naturaleza a los sonorenses- también fue testigo del concierto de Jazz en la Plaza Centenario en Empalme.

Jazz con todas las letras. A cargo del músico chileno Cristian Mendoza, su trío y la colaboración del maestro Juan Pablo Maldonado. Poco a poco la gente fue llenando la plaza. El sol se fue despidiendo, no sin reticencia, y el sonido místico del saxofón fue vistiendo la noche. Un set musical más melódico que explosivo, y no por ello, menor intenso. Un poco de swing, otro poco de jazz más contemporáneo. El jazz no ocupa de voz para transmitir. Los aullidos del saxofón- es uno de los instrumentos que más se acerca a la voz humana- rasgan el tejido de la realidad. Ahí está Cristian, un músico excepcional que ha recorrido el continente americano (De su natal Talca, en Chile, a Nueva York, la meca de la escena jazzística). Educado en los jam sessions, con sus influencias impolutas (De Sonny Rollins a Sonny Stitts), la fusión instrumento-músico profundiza la sensación de que la música es la respuesta a las preguntas más enigmáticas de la vida. O, si no es la respuesta correcta, al menos es la más bella.

¿Qué es de la música si no hay quien la escuche? Es como aquel acertijo que se dan en los cursos básicos de filosofía (¿si un árbol cae y no hay nadie quien lo escuche/vea, realmente cayó?). Con la cultura es similar, si no se democratiza y se la hace punta de lanza de una verdadera transformación, pierde su sentido. El concierto de Cristian Mendoza y Juan Pablo Maldonado va en esa dirección; enmarcado en el programa de rescate de espacios públicos del Instituto Sonorense de Cultura y de las Jornadas Permanentes de Cultura para la Paz de la Secretaría de Seguridad, la búsqueda está enfocada en el fortalecimiento del tejido social. El jazz de Mendoza es un diálogo, un lenguaje ancestral que conecta con el público. Ese es el objetivo de todo arte.