Fue un invierno duro. Más frío de lo normal. Frentes fríos, días nublados y melancólicos. Pero con el cambio de estación, una calidez se va apoderando de la ciudad. Y cómo no, si es el inicio de la Temporada orquestal de la Banda Sinfónica del Estado de Sonora.
La agrupación, dirigida por el maestro Renato Zupo, pronto pone el tono romántico, lúdico, cálido con su concierto. El Teatro de la ciudad de la Casa de la Cultura, luce repleto, lleno, ni un alfiler cabe para la inauguración. Y es que el concierto de la Banda es un poema musical: “Valses del mundo”. El vals, género incombustible y atemporal. Baile revolucionario que inició con el desdén de una aristocracia anacrónica, considerado impropio en su época, pero que luego voltearía esa idea para convertirse en la música de una era.
Así empieza el concierto. Potente y bello como nos tiene acostumbrados la Banda Sinfónica. Encontrados en una madurez artística y musical que hace los deleites. “Masquerade vals” de Aram Khachaturian abre e hipnotiza el apetito musical. El “Valse triste” de Sibelius funciona como un metrónomo del público y después aparece el “Danubio Azul”, epítome de todos los vals, basado en el poema de Karl Beck, la composición del sempiterno Johan Strauss maravilla y deslumbra. El azul del Danubio, río que funciona como epicentro de la cultura de Europa central, los Balcanes y parte de Europa del Este. Mito en el que se fundan tantas historias. Claudio Magris, en su obra homónima “Danubio” narra que el inicio del río empieza por una gotera en la región sajona y a partir de ahí se va desenvolviendo infinitamente.
Le sigue, en esa concordancia sinfónica , el “Vals no.2” de Shostakovich. Académicamente impoluta, la ejecución de la Banda es vibrante, pasional. El punto final es un vals histórico de la tradición sonorense: “Club verde”, del comopositor icónico Rodolfo Campodónico. Himno de resistencia, canto de guerra y luego de paz en esas intrahistorias de la construcción de nuestro estado. Ha iniciado la Temporada de la Banda Sinfónica. Todos sonreímos.
