Álamos, Sonora, 22 de enero de 2023.- En una época en la que el descreimiento y el pragmatismo priman por sobre todas las cosas, el encontrar tradiciones idealistas y románticas presentes es algo mágico, magia que caracteriza a Álamos, Sonora, sede del Festival Alfonso Ortiz Tirado y, como una muestra de ello, podemos hablar de los candados del Mirador.
Quien pasea por la ciudad de los portales seguramente llegará al Mirador, en cuyos barandales encontrará cientos de candados cerrados, cuyas llaves se han perdido y que permanecen desde hace años ahí, como sello de una pareja que pasó por estas calles y dejó una constancia de que se amaron en este bello pueblo.
Nacida en algún lugar de Europa, esta costumbre ha permeado en distintas partes del mundo y marca que los enamorados, de forma anónima, dejan un candado cerrado como símbolo de lo que se desea: un amor perenne, que trasciende incluso a los mismos amantes.
No obstante, los candados de Álamos tienen la particularidad de estar grabados. Los más de ellos muestran los nombres de quienes pasaron por estas calles e incluso las fechas, siendo curioso que la mayoría corresponden a principios de año, los finales de enero, los inicios de febrero, fechas en las que esta hermosa joya de Sonora se llena de vida, convirtiéndose en la capital de la música, es decir, coinciden con el Festival Alfonso Ortiz Tirado.
