• Instituto Sonorense de Cultura

  • 01 (662) 212 6570 y 01 (662) 212 6572
  • direccion@isc.gob.mx

Rinden homenaje a Martha Bracho


Hermosillo, Sonora; a 14 de diciembre de 2022.-  La danza es resistencia. La danza es creatividad. La danza es pasión. Todo eso lo sabemos ahora. Pero si lo sabemos es por aquellas personas que dedicaron su vida para crear el camino. La danza en Sonora es una de las mejores en el país. Y no es casualidad: Es el legado de esas personas de nuestro pasado que lo hicieron posible. Pero vamos a ponerle nombre y apellido: Martha Bracho.

Es un lugar común decir que todos los escritores mexicanos son hijos de Juan Rulfo. Una hipérbole de ese tamaño podría aplicarse para la danza sonorense: Todos los bailarines y coreógrafos son hijos de Martha Bracho. Por ello, Antares Danza Contemporánea ofreció un bello y espectacular homenaje a Martha Bracho. Su director, Miguel Mancillas, señaló que si bien ellos no eran alumnos directos de la maestra, venían marcados por su historia y su influencia.

Entonces, el Teatro de la Ciudad de la Casa de la Cultura se convirtió en el receptáculo de esas memorias, de esos testamentos de un lenguaje único y volcánico, expresivo e inmortal. Los que fuimos testigos de ese homenaje, experimentamos un recorrido histórico que marca la evolución creativa de la maestra Bracho. La sinfonía india de Carlos Chávez acompaña la furia de los movimientos de los artistas de Antares, una coreografía de Miguel Mancillas. Hay una poética y plástica capaz de quitar el aliento. Los cuerpos se mueven y se contraen. El Bolero, con música de Maurice Ravel es una obra tan bella como suspicaz, tan estética como intensa. Vemos la formación de imágenes que parecen salidas de sueños geométricos, de un mundo onírico que imprime un ritmo y una diegética sin igual. Bolero es basado en la obra “Impresiones fugaces” de Martha Bracho, realizada en 1963 y es un tour de force donde el lenguaje corporal se desdobla de forma inaudito y convierte al escenario en un ser único, que se mueve al compás.

“Huapango”, con la música de Juan Pablo Moncayo, explora y retrata esa idea del nacionalismo que dominaba el relato mediático y estilístico en México que se complementa con la bella participación de Tradición mestiza, que nos propone un viaje a nuestras tradiciones, a ese camino tan extraño como emocionante que es la esencia de lo mexicano. Y “Siempre habrá esperanza”, otra de las obras de la maestra Bracho que encapsulan su sentir y su vitalidad.

En la obra de la maestra se encuentra esa hibridación entre el sentir hegemónico del nacionalismo-y su conciencia colectiva- y su poder de creación individual, lleno de una sensibilidad capaz de hacernos vibrar.

La vida y obra de la maestra Bracho estuvo llena de tensiones y obstáculos, como lo relata Margarita Tortajada en su libro “Mujeres de danza combativa”, donde le dedica un capítulo a Martha Bracho: Ahí vemos ese espacio y tiempo que derribó, que resistió, que creó: De su formación académica clásica a las posibilidades de la danza contemporánea. Su encuentro con Anna Sokolow, una de las grandes revolucionarias de la danza contemporánea.

Martha Brachocomprendió la naturaleza de la danza contemporánea no como la ausencia del rigor técnico característico de la danza clásica, sino como el de la posibilidad creativa y expresiva que se abría con los nuevos estilos, temas y lenguajes.

El homenaje hecho por Antares Danza Contemporánea convirtió la noche del miércoles en una cápsula del tiempo. En un templo de memorias y sentires que nos hace recordar que la vida está compuesto de tantas sorpresas y anécdotas que pueden parecer mínimas pero que con el correr de los tiempos, cambian la historia. La maestra Martha Bracho sólo venía por dos meses a Sonora. Y se convirtió en la piedra fundacional de la danza sonorense. Brindamos por ella.