Hermosillo, Sonora: Una exposición pictórica es un umbral a diversos universos. Cada obra se erige y funciona como ventanas-espejo para que el espectador eche a andar la mirada por cada una de los cuadros. La exposición “Etnias de Sonora” de la Asociación Sonorense de Artistas Plásticos (ASAP) se inauguró en el Museo de Culturas Populares este viernes.
En las salas de exhibición del Museo, las obras de los artistas de la ASAP se conjugan con las piezas de artesanía de los yaquis, seris, mayos o del pueblo macurawe. Vemos los rostros ajados por el sol, retratos que relatan escenas que pueden entrar a esa dimensión del olvido de lo cotidiano. El mar, un bosque de sahuaros, el cielo abierto…una mujer enseñando sus muñecas hechas a mano, tejidas con la historia. La configuración de la exposición es un ejercicio de la mirada externa hacia las etnias sonorenses. No puede faltar la expresividad y el dinamismo del danzante del venado, la acuarela de la mujer seri, la niña sonriente, la mujer de la tercera edad cocinando en su hogar.
Contrastan las pinturas con los objetos, artesanías y símbolos ritualistas que llenan las salas de exposición. Desde esa mirada dominada por el canon occidental hemos forzado la dicotomía arte-artesanía. Occidente, bien es sabido, que se ha comprendido desde la temporalidad y desde su paradigma de historia. El filósofo del arte Arthur Danto, señalaba este sesgo donde se ha categorizado desde la temporalidad (prehistórico, clásico, moderno, posmoderno), resaltando en una idea donde las sociedades insertas en las dinámicas que se consideran occidentales producen arte y las ajenas a este espacio, producen artesanías. Derribando esa conceptualización, atendemos a esta exposición con otra visión: el arte está en todos lados.
La exposición “Etnias de Sonora” construye un viaje hacia lo cotidiano, hacia nuestros pueblos y sus saberes. A sus bellezas y sus imágenes que nos transportan a esa cotidianidad tan esencial como necesaria.
