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Cristian Mendoza, un nómada del jazz


Perdido en Nueva York. Puede que suene a título de alguna película contemplativa de arte. O a novela de Paul Auster donde indagamos en un juego metaliterario como dos detectives se siguen el uno al otro sin apenas darse cuenta. La realidad es que se trata del nombre de uno de los discos del jazzista chileno Cristian Mendoza, que estará el próximo 12 de junio en el V Festival de Clarinete y Saxofón que se estará celebrando en Empalme y Hermosillo.
Perdido en Nueva York funciona como un testamento vital de la carrera del intérprete chileno. Su periplo es el de un nómada que no se detiene: De Talca a Santiago de Chile, de Santiago de Chile a Ciudad de México, de Ciudad de México a Nueva York-epicentro de la industria jazzística mundial-. Es el viaje de un artista en búsqueda de su voz, en un género que ocupa una escucha activa por parte de su público.
“No es algo que escucha todo el mundo, en Ciudad de México hay más espacios, es una música que cuesta entenderla hasta nosotros los músicos, requiere un acercamiento, estudio, investigación. En México se consolidó mi gusto por una jazz más creativo, me fui a Nueva York, allá pude adentrarme en los clubes de jazz, tres años en Nueva York fui a trabajar, empecé a tocar, a ir a las jam sessions, toqué con Willie Colón e hice giras. Lo del jazz se dio porque el saxofón está muy ligado a esa música, tocar el saxofón y no comprender la improvisación es raro, se fue cultivando una idea”, señala Mendoza.
El saxofón, uno de los instrumentos más perseguidos en la historia-como relata el periodista Michael Segell en su gigantesca investigación “El cuerno del diablo. La historia del saxofón”-, donde en sus inicios se le consideró un instrumento primitivo, posteriormente en un instrumento que sólo tocaba música satánica hasta convertirse en un instrumento de una dimensión social inimaginable. Ese saxofón, en manos-y pulmones- de Cristian relatan una historia: La del amor por la música.
Sus influencias son variadas: Van de Sonny Stitt a Charles Lloyd, de Rollins a Kenny Garret. Es un camino de constante aprendizaje y libertad.
“El jazz yo lo siento muy americano, no me refiero sólo a los gringos, sino a todos los pueblos del continente Algo de lo que quiero lograr con mis canciones es mantener vivo este increíble género musical y llegar a las nuevas generaciones, fusionando jazz clásico con estilos más vigentes e incluso con ritmos latinos. Las composiciones que resultaron de mi estancia en Nueva York tienen influencia de varios tipos de música, y eso es porque he colaborado con proyectos muy diversos, como la banda militar con la que me inicié o hasta cuando fui músico de salsa con Willie Colón”, comenta Cristian ”, señala Mendoza.
Empalme recibirá a Mendoza y su trío el próximo 12 de junio. Ahí, el músico chileno se presentará con un set de música swing y con algunas piezas de música moderna.