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Presentan obra póstuma del cineasta Gabriel Retes en Cineteca Sonora


Decía Jorge Luis Borges que a la vida le gustaban las sincronías y los leves anacronismos. El día de ayer fue una certificación de ello pues la Cineteca Sonora tuvo el honor de proyectar la película “Identidad Tomada”, obra póstuma del cineasta mexicano Gabriel Retes, justo en su segundo aniversario luctuoso.
Ante un lleno total en el recinto cinematográfico y con la presencia de la maestra Beatriz Aldaco Encinas, directora del Instituto Sonorense de Cultura (ISC), Alfredo Cabral, coordinador de la Cineteca Sonora, el actor Horacio Castelo y Meritxell Gález, productora y pareja sentimental del autor homenajeado, “Identidad tomada” hace justicia a lo que debe ser una obra póstuma: Un testamento vital del autor.
“Es muy gratificante poder tener cine de calidad en nuestro estado, con películas de este calado, que son una joya del cine y poder compartir con todos aquellos que están ávidos de buen cine”, manifestó la titular del ISC.
El ciclo dedicado a la obra de Gabriel Retes es un muestrario de su pensamiento: intrépido, subversivo, versátil, polémico. Identidad tomada no es la excepción. Retes es un rara avis dentro de la historia del cine mexicano: Su vocación y voluntad a siempre apostar por la libertad creativa lo emparenta con cineastas claves del cine independiente como John Mekas o Jim Jarmusch; autores ajenos a la pirotecnia de la industria. Su cine fue personal, abordando temas controversiales, volteando el foco a personajes que habitan en los márgenes de la sociedad: A los arquetipos y clichés del cine mexicano (de retratos fáciles de la clase media a la caricaturización de la clase trabajadora), Retes contestaba con personajes de gran hondura y profundidad, llenos de matices, que parecían encarnar aquel aforismo brillante de Emile Cioran: “Uno debe ponerse del lado de los oprimidos en cualquier circunstancia, incluso cuando están equivocados, sin perder de vista, no obstante, que están hechos del mismo barro que sus opresores”.
El cine de Retes era único y personal, desde su lenguaje audiovisual, ecléctico, valiente, desacomplejado. Era también un cine hecho desde la víscera y los obstáculos económicos. De ahí su importancia y la necesidad de que se siga exhibiendo su gran obra.