La cultura es identidad. La cultura es representación. La cultura son esa serie de acciones, signos y símbolos que nos hacen ser comunidad y tejer redes solidarias. Con esa idea en mente el Instituto Sonorense de Cultura en el marco del Festival Alfonso Ortiz Tirado organizó una serie de actividades culturales formativas y recreativas para comenzar un programa de largo aliento en las comunidades rurales del municipio de Álamos.
Así durante esta semana se desarrollan talleres de títeres, micromural y modelado de barro en Minas Nuevas, La Aduana, El Tezal, La Higuera y Uvalama, con talleristas locales, motivos comunitarios, y donde los protagonistas son las y los pequeños, explorando su propia creatividad en la representación de su entorno a través del barro, la madera y las telas.
Además ayer martes 18 y hoy miércoles 19 de enero, se llevaron a cabo las presentaciones de la obra “QUI – Querida Ucronía Intemporal” por la compañía Circo Lilichi en La Aduana y “El Mundo se va a acabar”, realizada por Zancadilla Teatro en la población de Minas Nuevas. Representaciones escénicas llena de ilusión, esperanza, pero sobre todo con la idea clave de desarrollar la comunicación solidaria entre todos: Ambas con un registro de diversos géneros escénicos (que van de la pantomima a los elementos circenses) y que demuestra que todo encuentro-que en un principio pensamos como artificioso, frívolo o banal- tiene el potencial de abrirnos el corazón con esperanza.
Con estas actividades una vez más corroboramos una vez más que no hay como una mirada infantil para recuperar el sentido de pertenencia. Decía el laureado escritor austríaco-y ganador del Nobel- Petr Handke que todos deberíamos ver al mundo con la ilusión con la que hacen los y las pequeñas: Donde todo lo que observamos es nuevo, toda experiencia es, en sustancia, primeriza. Por ello en el Instituto apostamos por una construcción de un futuro a través de ellas y ellos, para lograr la tan esperada Cultura para la paz.
